Asegura Arzalluz que, si sigue adelante el procedimiento judicial contra Atutxa, Knörr y Bilbao, se producirá «una gran alarma social» en Euskadi. Insinúa que podría armarse mucho jaleo.
No estoy yo tan seguro.
Me consta que la gran mayoría de la sociedad vasca desaprueba que los tres representantes parlamentarios tengan que acudir a declarar a los juzgados. Y que le parecería aberrante que se les encausara (no digamos ya que se les encarcelara). Pero de ahí a que saliera a la calle a armar bronca, y que mantuviera el nivel de esa bronca durante un cierto tiempo, creo que hay una considerable distancia.
Por tres razones.
La primera es que la base social del PNV es de natural poco dado al follón. Gente de orden, por lo muy general. De orden vasco, pero de orden.
La de EA no le va a la zaga en eso.
Queda la de EB-IU, cierto, pero tampoco es tanta.
La segunda razón es que no poca de la gente que desaprueba la iniciativa político-judicial está en sintonía ideológica con HB, EH o como quiera llamársele y piensa que, en realidad, tampoco está tan mal que los socios del Gobierno de Vitoria prueben alguna dosis de la medicina que les recetan a ellos cada dos por tres. A más de uno le he oído razonar en la línea de: «Tampoco ellos se movilizaron por nosotros cuando nos llovían las hostias por todas partes». (Ya sé que el lío en el que están metidos Atutxa, Knörr y Bilbao es por negarse a disolver el grupo parlamentario Sozialista Abertzaleak, pero la gente de la izquierda abertzale tiende a considerar que lo hacen por sus propios intereses, para que el tripartito se quede con el papel protagonista de la pugna con Madrid.)
Y luego está la tercera razón, que puede acabar resultando la fundamental: la sociedad vasca está cada vez menos predispuesta a la movilización.
-Si hay algo en lo que yo no creo -me comentó hace poco en tono de chacota un dirigente del PNV-, es en una huelga de hambre de vascos. Podemos arriesgar la vida, pero el estómago... ¡jamás!
Tal vez fuera así en tiempos. Ahora, ni la vida, ni el estómago... ni el week end.
No digo yo que no haya gente dispuesta a comprometerse y dar el callo. Algunos sectores. Claro que sí. Pero la mayoría se conforma con dar su opinión a los encuestadores. Y luego sigue con sus cosas.
También -ya, me temo- en Euskadi.
Javier Ortiz. Apuntes del natural (4 de diciembre de 2003). Subido a "Desde Jamaica" el 2 de noviembre de 2017.
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