Reglas del juego: Al dominó político local se juega con un puñado indeterminado de fichas cuadradas -casi siempre por la parte de la cabeza-, cada una de las cuales tiene un valor diferente, aunque escaso. Hay varios modos de jugar. El primero consiste en poner las fichas boca abajo, removerlas y a ver qué pasa. Eso se llama formar gobierno. En el segundo, las fichas se ponen de pie, una tras otra. Entonces llega un periodista -siempre se encuentra alguno a mano- que empuja la primera ficha. Esa es la llamada «jugada Juan Guerra». Una vez efectuada, se espera a que las fichas se vayan empujando las unas a las otras, lo que el adversario trata de evitar mediante la técnica llamada «del apuntalamiento» o, más recientemente, «de la gobernabilidad», consistente en meter una ficha en sentido inverso, para frenar el peso acumulado de todas las anteriores que han ido cayendo. La particularidad principal de esta variante es que -unos antes, otros después- todos los jugadores pierden. La mayor parte de las veces se juega con dinero, pero les da igual, porque es ajeno.
¿Hay que jugar con dinero en efectivo? No. Ahora mismo, sin ir más lejos, se está jugando por transferencia.
¿Es el juego de más éxito en los círculos dominantes españoles? No. El favorito es, con gran diferencia, el Monopoly, más acorde con las compulsivas ambiciones inmobiliarias de nuestros gobernantes. No se descarta, de todos modos, que algunos -Piluca mediante- puedan haber simultaneado ambos juegos.
¿Por qué González juega esta partida? Es lógico que juegue una partida. Ahora que todo el mundo le pide que se largue, no iba a jugar una llegada.
Javier Ortiz. Zooilógico, El Mundo (27 de junio de 1995). Subido a "Desde Jamaica" el 29 de agosto de 2013.
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