2004/06/30 07:00:00 GMT+2
Hay quien compara el avispero en el que EE.UU. se ha metido en Irak con la ratonera que les supuso su intervención en Vietnam, y es cierto que entre las dos ocupaciones militares hay parecidos notables, sobre todo políticos. Pero las diferencias son fundamentales.
Una, y no la menor, es que en Vietnam el Ejército de Washington se enfrentó con un enemigo unificado, sometido a un solo mando. Un enemigo que controlaba la mitad norte del país (la República Democrática de Vietnam) y que estaba fuertemente organizado en el sur a través de FNL (el llamado Vietcong), que con el tiempo constituyó su propio Gobierno Revolucionario Provisional.
De este modo, la política norteamericana tenía una alternativa. Más o menos repulsiva o atractiva, según para quién, pero una. Cuando el Gobierno de Washington admitió que su presencia allí era insostenible, tuvo con quién parlamentar y pudo llegar a acuerdos que, mal que bien, fueron cumplidos por ambas partes. En el actual Irak, en cambio, no tendría con quién entablar una negociación, aunque quisiera. La resistencia no está unificada. Los grupos armados siguen derroteros no sólo diferentes, sino incluso opuestos. No tienen un proyecto común.
Hay en ese punto otra importante diferencia. En Vietnam, el Gobierno de Saigón, aunque con razón calificado de títere, contaba con un ejército amplio y bien pertrechado y con un importante entramado administrativo. Washington se apoyaba sobre el terreno en una estructura brutal y corrupta, pero dotada de solidez real. En un Estado, en suma. Lo que hay en este momento en Irak no se parece en nada a un Estado. Es una superestructura artificial, sin un poder coercitivo propio y sin ninguna capacidad de organizar la vida social. De quedar a su suerte, no resistiría ni cuatro días.
Alguien ha definido el Irak de hoy como «un país sin Estado». Desde luego que eso no es un Estado, pero tampoco está nada claro que sea un país. Constituido a capones en su día uniendo a pueblos que desconfiaban los unos de los otros -los beduinos del sur llegaron a levantarse en armas en 1920 contra el proyecto unificador tutelado por Gran Bretaña-, con Sadam Husein todavía se mantenía la apariencia de un país, forzada por la capacidad de represión y disciplina del Estado, pero el derrocamiento de su dictadura ha abierto la caja de Pandora. A ver quién mete ahora de nuevo en cintura todos los viejos fantasmas liberados.
El «trío de las Azores» no sólo declaró una guerra cruel, innecesaria e injusta. Favoreció también que el caos se vaya abriendo paso en un área del mundo que ya antes estaba, dicho sea en pocas palabras, de mírame y no me toques.
Es fantástico: tanto servicio de información y tanto satélite espía y al final no tienen ni idea de lo que se traen entre manos.
Javier Ortiz. El Mundo (30 de junio de 2004). Subido a "Desde Jamaica" el 21 de abril de 2018.
Escrito por: ortiz el jamaiquino.2004/06/30 07:00:00 GMT+2
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2004/06/30 06:00:00 GMT+2
Las autoridades estadounidenses han comunicado que hoy harán entrega al Gobierno de Irak de Sadam Husein y de once de sus colaboradores, también presos. A continuación, han aclarado que, de todos modos, tanto Husein como los suyos seguirán bajo custodia de las tropas de Washington. Es decir, que los van a entregar, pero no van a entregarlos.
Es una perfecta parábola de lo que están siendo el llamado «traspaso de poderes» y la supuesta «devolución de la soberanía»: les dan los títulos y los reconocimientos formales, pero se quedan con el control efectivo. No es que duden del espíritu servicial de los nuevos gobernantes; es que se temen que no sepan hacer las cosas como es debido. En vista de lo cual, mantienen todo bajo su férula. Por si acaso.
Es insultante para los iraquíes colaboracionistas, desde luego, pero admitamos que hay razones suficientes para sospechar que, en efecto, es muy posible que no supieran hacerlo bien.
El ministro del Interior ha anunciado que Sadam Husein tendrá un juicio público con todas las garantías y que la prensa internacional podrá asistir a él. Si el ex dictador no está acabado del todo, ese juicio puede ser todo un espectáculo.
¿Cómo será que no aprenden? También a Milosevic le montaron un juicio público, y en cosa de nada el ex dictador yugoslavo estaba rebotando las acusaciones que le dirigían lanzando otras aún más graves contra las potencias que patrocinaban el juicio. El pliego de cargos que pueden preparar los abogados de Husein contra Estados Unidos y Gran Bretaña puede ser de campeonato.
En el caso de Milosevic, los grandes medios de comunicación llegaron a un pacto -implícito, si es que no explícito- para dejar de prestar atención a aquel juicio que estaba resultando tan poco conveniente. Y desapareció de las noticias. Pero dudo de que con el juicio a Sadam pudieran hacer algo semejante.
Existe otra posibilidad, nada desdeñable. Puede ser muy bien que estén hablando de ese juicio, pero no tengan la menor intención de celebrarlo. Por lo menos en los próximos años.
Ya sé que no es eso lo que están diciendo pero, total, una mentira más o menos, ¿qué más da?
Javier Ortiz. Apuntes del natural (30 de junio de 2004). Subido a "Desde Jamaica" el 4 de junio de 2017.
Escrito por: ortiz el jamaiquino.2004/06/30 06:00:00 GMT+2
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2004/06/29 06:00:00 GMT+2
En las cumbres de la política, la distancia entre los dichos y los hechos suele ser grande. A veces incluso muy grande.
Pero lo de Irak supera todos los límites. Porque en todo lo relacionado con ese conflicto, las palabras al uso no es ya que estén distantes de los hechos, sino que acostumbran a ser su negación directa. Tanto, que dejan de ser útiles incluso para los fines que en principio cabría atribuirles: pierden su capacidad de disfrazar la realidad.
Tomemos la ceremonia del traspaso de poderes realizada ayer, cuando el administrador de Washington, Paul Bremer, le pasó los papeles al primer ministro iraquí, Ayad Alaui, y salió como si se lo llevaran los demonios (tal vez se lo llevaban). Según los integrantes del nuevo Gobierno de Bagdad, el adelantamiento y el secretismo de la ceremonia representaron «un éxito» porque «cogieron por sorpresa a los terroristas». ¿Qué clase de éxito puede reclamar un Gobierno que se ve obligado a obrar a escondidas?
Horas después, Bush afirmaba que había sido «un gran día para el pueblo de Irak». A esas mismas horas, el pueblo de Irak acogía la noticia como si no fuera con él. Nadie celebró nada.
Hablan de «traspaso de poderes». Estamos en las mismas. ¿Qué poderes? No hay ni un solo resorte de poder digno de ese nombre que no siga mediatizado o controlado directamente por EEUU. Empezando por el principal: la fuerza armada. Es bien sabido que quien tiene las armas tiene el Poder, y Washington no sólo tiene las armas -y a los 140.000 soldados que las llevan-, sino que se reserva el derecho a decidir qué hace con ellas en todo momento. A las nuevas autoridades les está vedado incluso injerirse en las actividades no ya sólo de los militares estadounidenses, sino hasta en las de los contratistas llegados desde el Imperio. No pueden meterse en sus asuntos incluso aunque se trate de asuntos delictivos: gozan de inmunidad.
Cada ámbito de poder cuyo control dicen haber «traspasado» al nuevo Gobierno de Bagdad lleva aneja alguna condición o algún requisito que hace que, en el nada probable caso de que sus protegidos quisieran obrar por libre, Washington podría devolverlos al redil por la vía rápida. Antes de irse, y para rematar la faena, Bremer ha dejado firmados un conjunto de decretos que tienen rango de normas constitucionales provisionales, razón por la cual el Ejecutivo (?) de Ayad Alaui no puede ni rectificarlos ni contravenirlos. Además, cada organismo de cierto peso de la nueva Administración va a contar con un asesor norteamericano que se encargará de vigilar el día a día de sus actividades.
Estamos ante una gran farsa representada por los poderosos de la Tierra. Todos, desde Bush hasta Chirac, desde Schröder hasta Blair, desde Berlusconi hasta Putin -pasando por Kofi Annan, cuando hace falta-, montan sus números, sus declaraciones, sus cumbres y sus resoluciones para hacer como si les importaran las normas del Derecho internacional. En el fondo, lo único que pretenden es fijar sus equilibrios de poder. Entre ellos.
Pero el problema es Irak. Y en Irak todo sigue igual.
Allí, frente a la cruda realidad, de nada sirven las farsas.
Javier Ortiz. Apuntes del natural (29 de junio de 2004). Subido a "Desde Jamaica" el 4 de junio de 2017.
Escrito por: ortiz el jamaiquino.2004/06/29 06:00:00 GMT+2
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2004/06/28 06:00:00 GMT+2
Cuenta El País de hoy que una asamblea de Corriente Roja, tendencia situada a la izquierda de Izquierda Unida y que, según el periódico citado, aglutina a entre un 15% y un 20% de la militancia de la organización federal, ha llegado este fin de semana al acuerdo de disolverse, ante la evidencia de que IU es «incorregible». Dice que algunos de quienes la han integrado hasta ahora se volcarán en la actividad de unos u otros organismos anti-globalización y que otros se mantendrán en IU, pero sin centrarse en el esfuerzo por reorientar la línea de la Presidencia Federal.
Seguro que en los próximos días aparecen bastantes artículos y opiniones dando detalles de lo acordado y argumentándolo, pero no creo que a nadie se le escape que esa decisión puede agudizar la crisis de IU de forma considerable. Llamazares ha convocado una Asamblea Extraordinaria, pero la sensación general es que, después de los fracasos experimentados en las dos últimas convocatorias electorales, IU ha entrado en barrena, y no se ve qué golpe de timón podría enderezarla. Soy de la opinión de que Llamazares ha cometido errores graves -no ha sabido mantener visible la personalidad propia de IU, distanciándose más claramente del PSOE-, pero también me parece muy evidente que la situación política creada en todo el tramo final del Gobierno de Aznar y en estos primeros meses de Gobierno de Zapatero no ha facilitado nada esa tarea. Más bien todo lo contrario.
De todos modos, es probable que el ambiente actual de desaliento sea mayor en la militancia de IU que entre sus votantes. Entre los que le quedan, quiero decir. En mi criterio, una vez gastados sus primeros y vistosos fuegos artificiales, el Gobierno de Zapatero va a ir enseñando cada vez con más claridad su verdadero rostro. Es poco probable que se acentúe la fuga de votos de IU al PSOE. Cabría incluso que se produjera un cierto movimiento de retorno. La cuestión es saber si cuando eso ocurra habrá una organización preparada para acoger el desencanto o si esa organización formará parte ella misma del desencanto.
Javier Ortiz. Apuntes del natural (28 de junio de 2004). Subido a "Desde Jamaica" el 4 de junio de 2017.
Escrito por: ortiz el jamaiquino.2004/06/28 06:00:00 GMT+2
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2004/06/27 06:00:00 GMT+2
El hasta ese momento jefe del Estado Mayor del Ejército de Tierra, general Luis Alejandre, montó ayer una bronca de mucho cuidado con ocasión de su relevo. Primero dio plantón al ministro del ramo no acudiendo a la ceremonia de toma de posesión de los tres nuevos electos a la Junta de Jefes de Estado Mayor (JUJEM), y luego aprovechó el acto de cesión del simbólico bastón de mando en el Cuartel General del Ejército para vomitar sapos y culebras. Sin dar nombres, pero en audible tono de cabreo -con el mismo aire torvo que el personaje de Gila adoptaba para mascullar «Alguien va a matar a alguien»-, Alejandre culpó de su forzado cese a la envidia, la deslealtad y la manipulación.
Que se haya agarrado un berrinche de mil pares el señor éste -que no sólo daba por sólida su posición, sino que incluso pensaba que iba a ascender, según cuentan- entra dentro de lo que explican las humanas debilidades. Lo increíble es que se permita mostrarlo así, a lo bestia. Y no digamos que Bono y los suyos examinen su proceder y no vean motivo para reconvenirle, como dice El País. Si hasta en el PSOE empieza a haber ya más disciplina que en el Ejército, toma Perejil y vámonos.
Este caballerete, por muy soberbio que sea, tenía que saber que estaba ocupando un cargo de confianza, y que la confianza es eso lo que tiene: que te la pueden quitar con el mismo derecho que te la concedieron. Y si por medio han aparecido unos análisis de ADN que demuestran que lo tuyo no parece que fuera ni el celo ni el rigor extremos, y si el personal sigue acordándose de que te referiste a las condiciones de vuelo del Jak-42 diciendo despectivo que tú no te dedicabas a organizar viajes de novios a Cancún, pues qué quieres: razón de más.
Pero estamos en lo de siempre: lo llamativo no es que este caballero tenga esos prontos; gente así la hay a puñados en todas partes. Lo que verdaderamente llama la atención -y preocupa- es: 1º) Que un personaje como éste, con un equilibrio emocional tan dudoso, fuera el jefe del Estado Mayor del Ejército del Estado español; 2º) Que haya un general que suelte todas las memeces que se le pone, regando a litros fuera de tiesto, y sus compañeros del Cuartel General del Ejército lo celebren con una gran ovación; y 3º) Que el meapilas que ejerce de ministro de Defensa se arrugue ante ese despliegue de chulería cuartelera y no le monte al general gallito la de Dios es Cristo.
Resumen: estamos ante el guión del celebrado sainete celtibérico «Pero ¿en qué manos estamos?», entrega 855 y media.
Javier Ortiz. Apuntes del natural (27 de junio de 2004). Subido a "Desde Jamaica" el 4 de junio de 2017.
Escrito por: ortiz el jamaiquino.2004/06/27 06:00:00 GMT+2
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2004/06/26 07:00:00 GMT+2
Según las pruebas de ADN efectuadas a los familiares de los militares muertos hace un año en Turquía tras accidentarse el Yak-42 en el que regresaban de Afganistán, fueron erróneas 22 de las 39 identificaciones de cadáveres que avaló el Ministerio de Defensa español. Los afectados han reclamado que el exministro Federico Trillo devuelva su acta de diputado y abandone la actividad política, y que los altos militares responsables de la falsa identificación sean llevados ante los tribunales de Justicia.
Estoy de acuerdo.
Se dice a veces de algunos países de la vieja Europa que cuentan con «una larga tradición democrática». En más de una ocasión nos hemos quejado -yo lo he hecho- de que España lleve un gran retraso en ese camino.
Para contar con una larga tradición democrática hace falta, para empezar -y por definición-, tiempo. Pero no sólo. Se requiere también que ese tiempo no transcurra en balde. Que vaya dejando un poso de exigencias, de normas de conducta escritas y no escritas que permitan a la ciudadanía diferenciar sin sombra de duda lo decente de lo indecente y lo tolerable de lo intolerable.
Siento por las víctimas del Yak-42 el mismo respeto que por los fallecidos en cualquier otro desgraciado accidente. Soy contrario a la presencia de tropas españolas en Afganistán y a la mayoría de las supuestas «misiones humanitarias» del Ejército, que con frecuencia -y más allá de la voluntad de sus protagonistas- encubren inaceptables labores de ampliación y afianzamiento del «Nuevo Orden Mundial» made in Washington. Pero me da igual, a estos efectos. De lo que se trata en este caso no es de que sea inaceptable lo que han hecho con estos militares y con sus familias, en concreto. Sería indecente que lo hubieran hecho con quien fuera y en las circunstancias en que fuera. Si se han saltado la legalidad a la torera, han firmado certificados falsos y han mentido a la ciudadanía que les abona el sueldo, deben pagar por sus desafueros. No sólo para que ellos expíen su culpa, sino también para que todos los que ejercen el poder vayan asumiendo que las sociedades llamadas libres y democráticas suelen ser con mucha frecuencia injustas, pero a veces no, y entonces puede suceder que el que la ha hecho la pague.
Si se demuestra que Trillo trató de obstruir la investigación, hay que exigirle que abandone la actividad política. Y si se establece que varios altos oficiales del Ejército falsificaron documentos para echar tierra sobre el asunto, hay que conseguir que carguen con su culpa.
Así, poco a poco, se irá consiguiendo que aquellos que mandan se den cuenta de que no siempre se puede hacer lo que sea. Porque, aunque no resulte frecuente, a veces se les pilla.
En ese santo temor a la excepción justiciera se asientan las «largas tradiciones democráticas».
Javier Ortiz. El Mundo (26 de junio de 2004). Subido a "Desde Jamaica" el 21 de abril de 2018.
Escrito por: ortiz el jamaiquino.2004/06/26 07:00:00 GMT+2
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2004/06/26 06:00:00 GMT+2
Ya está aquí. Amagó hace un par de semanas, pero ya vuelve el ataque con todo su furia.
Hablo del calor.
Llevo fatal el calor. De siempre.
Recuerdo con horror el día de mi primera comunión. La perpetré el 29 de junio de 1955, fecha que en San Sebastián hizo un solazo terrible, de infarto. Me disfrazaron con un repulsivo esmoquin blanco con solapas de raso que era como una sauna ambulante. Me tocó pasar por el trance en solitario, en la capilla del colegio de Santa Teresa, ya desaparecido (lo demolieron, como casi todas las villitas de mi barrio, para construir una casa de muchos pisos).
Aquel día pervive en mi memoria como una espantosa pesadilla. Doy por hecho que las ingratas condiciones en que me tocó vivir la infeliz ceremonia, en la que me encontré con un cura imbécil que se empeñó en contar a la feligresía el contenido de mi confesión para demostrar cuán inocente es la infancia -valiente chorrada-, fueron decisivas en el precoz advenimiento de mi ateísmo.
Mi siguiente encuentro traumático con el calor se produjo el 3 de julio de 1967 en Madrid.
Lo veo como si fuera hoy. Estaba recién casado y fui a la capital del Estado -por entonces todavía no Reino- con Begoña, mi primera mujer, para pasar unos días con una pareja de compañeros de fatigas antes de irnos a París a seguir conspirando.
Madrid podría estar tranquilamente a 35º.
Viajeros muy poco expertos, habíamos metido todos nuestros pertrechos en una sola maleta enorme.
Llegamos a la estación de Chamartín tras algo así como 12 horas en el pasillo del tren (no conseguimos asiento) y nos encontramos con que tampoco había taxis. Ni había ni se les esperaba.
Entonces las maletas no tenían ruedecitas. Y teníamos que ir hasta la Plaza de España.
Cargué la maleta todo el tiempo que pude. A mitad de la Castellana, Begoña me dijo que ya tiraba ella durante un rato del monstruo, para que yo recuperara un poco el resuello. Como la gente es muy dada a juzgar las cosas sin conocer los antecedentes, dos minutos después ya había caballerosos viandantes madrileños que me decían de todo por permitir que una mujer arrastrara aquel maletón mientras yo caminaba tan tranquilo, con las manos en los bolsillos.
Pasé aquellos días en Madrid preguntándome a todas horas cómo era posible que hubiera tanta gente viviendo en un sitio tan inhóspito. Mi actividad fundamental era ir de sombra en sombra y de horchatería en horchatería.
El destino ha querido que al final me haya pasado 28 años instalado precisamente en esa ciudad que desde el primer verano me pareció tan inhóspita.
Todos los años, uno tras otro, he blasfemado contra el calor.
Vuelvo hoy a esa tradicional actividad, aunque ya con el asidero que proporciona la existencia del aire acondicionado -loado sea su inventor- y con el alivio añadido de saber que en cosa de 15 días emprenderé el vuelo hacia lugares más ventilados, sea por el aire de las alturas sea por la brisa del mar. Vivement les vacances!
Ya os iré contando. Porque una de mis diversiones fundamentales durante las vacaciones es... seguir escribiendo.
Javier Ortiz. Apuntes del natural (26 de junio de 2004). Subido a "Desde Jamaica" el 4 de junio de 2017.
Escrito por: ortiz el jamaiquino.2004/06/26 06:00:00 GMT+2
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2004/06/25 06:00:00 GMT+2
Me dicen que el programa de ETB Pásalo, en el que suelo participar una vez por semana, no es «como todos ésos magazines que emiten por las tardes las televisiones». Por lo visto -en mi caso habría que decir más bien «por lo no visto»-, casi todos los asuntos que se abordan en las tertulias de esos programas son dimes y diretes sobre el famoseo. Si así fuera, dudo mucho que ETB me invitara a participar, porque no creo que haya muchas personas menos informadas que yo sobre esos cotilleos. Ayer salió la filmación de una señora; pregunté (fuera de antena) que quién era; me contestaron que Carmen Janeiro; pregunté que quién es Carmen Janeiro y me miraron de arriba abajo, como si fuera un extraterrestre. Pretendieron que lo mío era una pose.
Según me dicen, Pásalo se diferencia de ese género de programas no sólo por el temario sino también porque los contertulios no damos voces, no hablamos todos a la vez y nos escuchamos con respeto. De todos modos, no deja de ser un magazine de televisión, lo que lo somete a ciertas reglas. Ayer, cuando propusieron que habláramos de la célebre «crisis de los 40», comenté algo que luego pensé que tal vez no lo estaba diciendo en el lugar más adecuado. Recordé una afirmación del crítico de televisión del Canard Enchaîné, que escribió hace ya bastantes años que la televisión es un medio esencialmente estúpido, porque no hay tesis de cierta hondura que pueda ser expuesta en menos de tres minutos y en televisión cualquier explicación que lleve más de tres minutos resulta interminable. El presentador, que es muy rapido de reflejos y tiene mucha chispa, se limitó a sonreír y a decirme: «Pues venga, que ya llevas dos y medio».
Una cosa que a mi me resulta graciosa y que ocurre con frecuencia en el programa es que nos proponen comentar los datos de encuestas que invariablemente calificamos de estúpidas. Ayer evocaron una según la cual los vascos suelen dedicar (en este caso no me atrevo a decir «solemos») entre 15 minutos y media hora a los «juegos previos» antes de «hacer el amor». Hubo dos comentarios que me parecieron particularmente oportunos. Uno metodológico: preguntamos si «los vascos» tienen por costumbre auxiliarse de un cronómetro cuando follan. Y el otro, mucho más de fondo: pusimos en cuestión la propia idea de «juegos previos», sólo comprensible en la mentalidad de alguien que identifica sexo con penetración.
Esto último viene a demostrar, por cierto, que tampoco tenía toda la razón el periodista de Le Canard Enchaîné antes citado: a veces, una reflexión concisa puede dar más que pensar que un largo rollo. Ahí el quid no está en la reflexión, sino en el grado de inteligencia de quienes se sientan delante de la pantalla.
Javier Ortiz. Apuntes del natural (25 de junio de 2004). Subido a "Desde Jamaica" el 4 de junio de 2017.
Escrito por: ortiz el jamaiquino.2004/06/25 06:00:00 GMT+2
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2004/06/24 06:00:00 GMT+2
No sé qué dijo exactamente ayer Pasqual Maragall tras su encuentro con Manuel Chaves, porque los medios de comunicación dan noticias que divergen en puntos importantes, pero parece que se declaró partidario de un sistema impositivo estatal homogéneo, que ponga fin a los regímenes forales.
Algún medio sostiene que el president insinuó que las comunidades autónomas que disfrutan de fuero fiscal pagan menos al erario común del Estado que las que no. Soy lego en la materia, pero he oído varias veces a Ibarretxe decir que Euskadi aporta a las arcas centrales tanto como el que más en relación a su renta. Convendría aclararlo. Porque, si es verdad lo que dice el lehendakari, todo lo demás no parece que venga demasiado a cuento.
En todo caso, y al margen de lo que haya dicho o dejado de decir Maragall, el asunto me trae a las mientes una actitud de algunos nacionalistas catalanes -la recuerdo en ciertos dirigentes de CiU, sobre todo- que siempre me ha resultado chocante: su empeño en que ninguna comunidad autónoma tenga ninguna atribución de la que no disponga la suya y, en paralelo, su deseo de que su comunidad cuente con prerrogativas de las que carezcan las demás.
Es chocante. Sobre todo en quien se dice nacionalista (que no es el caso de Maragall). Lo que se supone que le importa a un nacionalista es que su nación obtenga el máximo de aquello a lo que aspira. Si otros pueblos o naciones logran una atención semejante a sus demandas propias, tanto mejor para ellos. No es su problema.
¿A qué viene ese empeño de que se te reconozca asimétrico? Si no estableces medida de comparación, no hay metría de por medio. Te dedicas a lo tuyo, reclamas lo que consideras que te corresponde y que los demás se las ingenien lo mejor que puedan.
Lo de la fiscalidad foral y el cupo tiene, además, su coña suplementaria, porque los dirigentes de Convergència Democràtica de Catalunya rechazaron durante el periodo constituyente la posibilidad de que Cataluña se acogiera a un sistema fiscal similar. No sólo ellos: en general, los representantes de todas las otras comunidades autónomas consideraron que ésa era una peculiaridad exótica -y un tanto engorrosa, en realidad- de los habitantes del solar vasco-navarro. ¿Han cambiado de criterio? ¿Ahora desean funcionar con un sistema fiscal semejante? Empiecen por reconocer que es eso lo que ha pasado: que han cambiado.
Sea como sea, por mí encantado si se generaliza el sistema. Eso que avanzaremos por la vía del federalismo práctico. Siempre que nos aseguremos de que los cupos fijados a cada cual no impiden la solidaridad interterritorial.
Contra lo que me rebelo es contra el localismo de patio de colegio, hecho de envidias infantiles y de comparaciones absurdas y mediocres.
Javier Ortiz. Apuntes del natural (24 de junio de 2004). Subido a "Desde Jamaica" el 4 de junio de 2017.
Escrito por: ortiz el jamaiquino.2004/06/24 06:00:00 GMT+2
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2004/06/23 07:00:00 GMT+2
El Papa reúne una doble condición: es el jefe del Estado vaticano y es, a la vez, el máximo dirigente de la Iglesia católica. En su concepción de las cosas, todo es uno y lo mismo, pero el Derecho Internacional tiene sus propias normas. A él le corresponde decidir si las respeta o las repudia. Y a los demás, tomar nota de su opción.
He leído algunas críticas más o menos veladas a la reconvención pública que Karol Wojtyla dirigió al jefe del Gobierno español durante el encuentro que mantuvieron el pasado lunes. Hay quien apunta que el Papa se excedió al expresar su oposición a ciertos planes legislativos del Ejecutivo de Rodríguez Zapatero.
No estoy de acuerdo. El Papa se limita a ocupar todo el terreno que le dejan disponible. No es una peculiaridad suya: así funcionamos los humanos. Seguirá en las mismas mientras no se tope con alguien que le diga -todo lo amablemente que se quiera, pero con la necesaria firmeza- que debe diferenciar los distintos planos de la relación que mantiene con el Estado español, y que, cuando habla con el Gobierno de Madrid en su calidad de jefe de un Estado extranjero, no debe injerirse en nuestros asuntos internos.
Para marcar nítidamente los respectivos terrenos, lo correcto habría sido que Zapatero hubiera tomado la palabra a continuación -de hecho le propusieron que lo hiciera- y hubiera dicho que, franqueza por franqueza, él admite que se siente muy preocupado por la tardanza que está demostrando el Vaticano en el reconocimiento a los habitantes de su territorio de las libertades mínimas, incluyendo las de expresión, asociación y culto, y por su recalcitrante negativa a convocar elecciones democráticas.
Soy muy respetuoso con las creencias ajenas. Guardo mis cuentas pendientes con la educación que me impusieron los jesuitas -confío en que Jiménez de Parga sepa disculparme por ello-, pero no alimento ningún afán revanchista. Estoy dispuesto a firmar la paz con todo aquel que quiera la paz. Pero si alguien viene en plan de guerra, la aceptaré, con la sola condición de que la contienda se desarrolle en el incruento campo de las palabras.
En ese caso, y si hay que apuntar a dar, diré que es intolerable que un colectivo con el pasado de la Iglesia católica trate de darnos lecciones de moral civil, pretendiendo que acatemos su particular desdén por el voto ciudadano. Y diré que, antes de ponerse a hablar de embriones, por ejemplo, debería hacer recuento de los cientos de miles de vidas adultas que sus huestes han suprimido a lo largo de la Historia, en plan «Matadlos a todos; Dios reconocerá a los suyos», como en Béziers.
Háblenles alto y claro. Porque es cuestión de relación de fuerzas. Si el Gobierno parece débil, los otros se crecerán. Si les enseña los dientes, lo más probable es que empiecen a decir enseguida que se trata de una sonrisa simpatiquísima.
Javier Ortiz. El Mundo (23 de junio de 2004). Subido a "Desde Jamaica" el 21 de abril de 2018.
Escrito por: ortiz el jamaiquino.2004/06/23 07:00:00 GMT+2
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