Cada dos por tres, algún lector o lectora tiene la amabilidad de enviarme un correo para avisarme de la existencia de un virus que lo mismo se me ha infiltrado en el ordenador y que debo destruir rápidamente, antes de que me destruya él el disco duro y deje para el arrastre todo mi trabajo. Son mensajes que suelen incluir la advertencia de que se trata de un virus peligrosísimo que los programas antivirus de mayor difusión (McAfee, Norton, Panda, Kaspersky, etc.) no detectan.
Me complazco en informar a mis amables alertadores de que sus avisos son invariablemente erróneos. Esos presuntos virus de los que hablan no existen, y los ficheros a los que aluden, lejos de contener virus, suelen ser necesarios -cuando no imprescindibles- para el normal funcionamiento de los ordenatas.
Los expertos informáticos llaman a esos avisos hoax. Sus jodidos inventores se aprovechan del desconocimiento informático de la mayoría y, abusando de su buena fe y de su afán solidario, arman unos pifostios de aquí te espero.
Mis lectores veteranos saben que uno de los problemas más fastidiosos con los que he tropezado a lo largo del año y pico de existencia de esta página web es el que me han aportado los virus informáticos. O, mejor dicho, el que me han causado quienes me los envían. Algunos han tenido incluso el detalle de mandármelos en masa, por el aquel de fastidiar. Gente simpática, que probablemente pensaba que tengo demasiado tiempo libre y quería proporcionarme tarea extra.
Esa triste experiencia ha hecho que me haya mercado un buen (y no muy económico) antivirus, que lo actualice a diario, que haga copias de seguridad sin parar, que escanee cada dos por tres mi página web para asegurarme de que no difundo virus (ni gusanos, ni troyanos, ni nada que se le parezca) y que me mantenga puntualmente informado de las novedades que se producen en la materia. Dado que trabajo habitualmente en cinco pecés (¡cinco!), es fácil deducir que la profilaxis informática ocupa una buena parte de mi tiempo laboral disponible.
Creo que todo esto hace que quepa considerarme algo así como un enteradillo en la materia.
Amparándome en esa autoridad, permitidme que os dé unos cuantos consejos prácticos:
1º.- Haceos con un buen programa antivirus. Personalmente, os recomiendo el Kaspersky, pero tampoco son desdeñables las últimas versiones del Norton y del McAfee (del Panda me fío menos, sobre todo desde que he comprobado que soborna con publicidad a las revistas de informática en castellano para que "informen" de que es el mejor).
2º.- Actualizadlo a diario. No sirve de nada tener un buen antivirus si no se actualiza. Los antivirus no hacen magia potagia: si no los actualizas, no estás protegido contra los nuevos virus que aparecen sin parar.
3º.- No hagáis caso de los "particulares" que os envíen correos informándoos de nuevos y peligrosos virus (o sea, de los "hoax"). Al contrario, si recibís un correo de ésos, proceded a borrarlo. El mejor sistema de borrado es el que se activa presionando simultáneamente la tecla de mayúsculas y la tecla de SUPR (o DEL, si el teclado está en english), porque así se borra sin enviar el mensaje a la carpeta de "elementos eliminados" o a la papelera de reciclaje. De este modo, prevenís que el mensaje se rebote a otras personas a través de vuestra libreta de direcciones.
4º.- Si tenéis dudas, acudid a la página web de vuestro antivirus, o buscad en Google, preguntándole por el fichero que os recomiendan borrar. Comprobaréis que se trata de un fichero de Microsoft y que el problema no reside en ese fichero, sino en el mensaje que habéis recibido.
5º.- No os creáis que a las grandes firmas antivirus se les escapan virus sin detectar. En el 99,999% de los casos, ellas se enteran de la existencia de los nuevos virus antes que nosotros e, incluso cuando todavía no tienen remedios específicos para neutralizarlos, introducen vías para detectarlos e informan de ello en sus páginas web. ¡Viven de eso!
De todo lo cual doy cuenta con una doble intención: ayudar a mis lectores a que no hagan el canelo y, ya de paso, pedidles que no me envíen más avisos de virus-indetectables-que-debo-destruir-de-inmediato. De veras: ¡estoy sobradamente protegido!
Javier Ortiz. Diario de un resentido social (14 de abril de 2002). Subido a "Desde Jamaica" el 20 de abril de 2017.
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