Cada vez que se produce un atentado mortal de ETA, HB convoca una conferencia de prensa en la que expresa sus condolencias a la familia de la víctima. A continuación, añade siempre que, de todos modos, no va a condenar la acción de ETA porque las condenas -son inútiles-.
Pero hete aquí que anteayer la alegre y combativa grey de la kale borroka va y ataca el batzoki peneuvista de Legazpia, en Guipúzcoa. Visto y no visto, HB hace público un comunicado en el que condena la acción, subrayando que es contraproducente e impropia de la izquierda abertzale.
Pero, ¿no habíamos quedado en que las condenas eran inútiles? ¿Por qué ésta no?
La respuesta es obvia: lo que a HB le parece inútil es condenar lo que no condena.
Javier Ortiz. Diario de un resentido social (11 de agosto de 2000). Subido a "Desde Jamaica" el 13 de agosto de 2009.
Comentar