Aznar dice que González miente cuando asegura que no planea adelantar las elecciones. Después de leer lo declarado por el presidente a The Wall Street Journal, creo que de lo único que no se le puede acusar a González es de faltar a la verdad, al menos sobre este asunto. Para empezar, porque hablaba para un diario financiero de los USA, y él a los estadounidenses les tiene mucho respeto, y más si están relacionados con el mundo del dólar. Pero es que, además, lo que dijo rezuma sinceridad. Aseguró que no acercará la fecha de las elecciones porque no va a dejarse influir por las presiones del electorado. Lo cual a mí me parece que retrata perfectamente su pensamiento.
Analicemos en detalle la afirmación. Observemos, en primer lugar, que González no habla del pueblo, sino del electorado. Este es un detalle de incuestionable sinceridad: los ciudadanos sólo le preocupan de verdad en la medida en que son electores. O sea, un día cada cuatro años, aproximadamente.
Acto seguido, el presidente tiene otro rasgo de franqueza indiscutible: deja bien claro que, salvado el día clave de las elecciones, la opinión de la ciudadanía no es que le importe menos, sino que le da totalmente igual. ¿Que el electorado presiona? Pues que presione. Con tal de no convocar elecciones, no pasa nada.
La frase de González pretende ser una expresión de firmeza, pero es mucho más: es el perfecto retrato de la fragilidad de sus convicciones democráticas. Un politico no tiene por qué variar de pensamiento porque éste no sea aceptado por la mayoría, desde luego. Pero lo que debe reconocer todo demócrata es que el gobierno ha de ejercerlo quien representa la opción política con más apoyo ciudadano.
Admitir, como admite González implícitamente en esa entrevista, que descarta la convocatoria de elecciones porque no quiere ser víctima del rechazo popular no es un signo de firmeza en sus criterios; es una negativa a aceptar el derecho de la mayoría a decidir qué política es la que debe prevalecer. O sea, un rechazo del fundamento mismo de la democracia.
Se equivoca Aznar: González no miente cuando se expresa así. Dice exactamente lo que piensa. Eso es, en realidad, lo más preocupante.
Javier Ortiz. El Mundo (8 de agosto de 1992). Subido a "Desde Jamaica" el 1 de septiembre de 2012.
Comentar