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2003/11/08 06:00:00 GMT+1

Gente extravagante

El príncipe de Gales -al que por aquí le dicen Carlos, si bien se llama Charles- está metido en un lío de mil pares. (En otro lío de mil pares, habría que decir, aunque no sé si la nobleza inglesa dará para tanto par.)

El asunto es que ha corrido como la pólvora por aquellos lares un rumor maledicente que le afecta y que, como casi todos los de ese género, parece que forma parte del rico legado de chismes dejado por su ex, la difunta lady Diana Spencer.

Se cuenta que, siendo Charles mozalbete, presenció sin hacer demasiados ascos cómo un noble de la Corte sodomizaba a otro jovenzuelo.

Bien, eso es lo que se dice, pero sin aportar más prueba que el enésimo «lo contó Diana» (que tanto da que lo contara o no, porque está acreditado que mentía cual bellaca recalcitrante y, además, hablaba necesariamente de oídas, porque no pudo presenciar los hechos).

El asunto circulaba por los circuitos de internet y otras vías propicias al infundio cuando hete aquí que un tabloide sensacionalista, Mail On Sunday, consideró que, de cara al fin primordial y último de la moderna profesión periodística, que no es otro que el de ganar mucho dinero, podía ser buena idea recoger la historia negro sobre blanco, o todavía mejor a colorines, un buen domingo de este plomizo noviembre británico. Lo cual levantó las iras de la Casa Real, que presionó con todas sus fuerzas y el apoyo de un juez para que la historieta no fuera publicada, lo cual, a su vez, levantó las iras de The Guardian, solvente diario de la city, que reclamó el derecho de los ciudadanos a conocer las extralimitaciones de Buckingham Palace (si bien añadió que no concedía a la historia crédito alguno, pero ésa es otra). Al final, pa cagala, como en el chiste, el secretario personal del príncipe de Gales ha salido a la palestra para decir a millones de personas que lo que estaban cotilleando unos pocos cientos de miles es mentira, con lo que lo fundamental que ha conseguido es que ahora mismo el cotilleo corra desatado por todo el Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda, y hasta por el ancho mundo de la Commonwealth.

¿Qué es lo más interesante de este episodio? La evidencia de que, para estas alturas, la gran mayoría de los ciudadanos británicos está dispuesta a creer cualquier cosa de los miembros de la Corte. Con lo cual este cuento también ha podido entrar en el circuito de los escándalos y ser aceptado como perfectamente verosímil.

La Casa Real española debería hacer un homenaje de devoción y agradecimiento infinito a los mandamases del periodismo local. Éstos, renunciando a sus obligaciones profesionales, se enteran cada año de varias historias tan extravagantes y bochornosas como las más floridas del monarquismo británico, pero guardan sepulcral silencio, reservándoselas para las sobremesas picantes de la gente guapa. ¡Ah, si las paredes de Baqueira hablaran y contaran lo que no relatan los diarios españoles (todos ellos, por cierto, de formato tabloide)!

La Prensa británica pretende contar hasta lo que es mentira. La española calla, incluso lo que sabe que es indiscutible verdad. Cuanta razón tenía aquel ministro de Turismo de Franco, por nombre Manuel y por apellido Fraga, que se inventó el lema Spain is different.

Javier Ortiz. Apuntes del natural (8 de noviembre de 2003). Subido a "Desde Jamaica" el 29 de octubre de 2017.

Escrito por: ortiz el jamaiquino.2003/11/08 06:00:00 GMT+1
Etiquetas: españa felipe_vi 2003 reino_unido letizia monarquía apuntes | Permalink | Comentarios (0) | Referencias (0)

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