Preguntan a Manuel Fraga por los actos de violencia fascista asumidos durante los primeros años de la transición por diversas organizaciones ultras, particularmente el Batallón Vasco-Español (BVE). El presidente de la Xunta de Galicia responde que, en su criterio, representaron «un movimiento de autodefensa». Un género de violencia que -pronostica a continuación- «volverá a producirse en los próximos tiempos».
Manuel Fraga sabe de qué habla. Lo nombraron ministro de la Gobernación (Interior) en 1975 y fue ese año, precisamente, cuando se inició la actividad criminal del BVE y sus homólogos (Alianza Apostólica Anticomunista, Antiterrorismo ETA, Acción Nacional Española), que se hicieron responsables del asesinato de 34 personas a ambos lados del Bidasoa durante el periodo 1975-1981. Recordemos que, entre las actividades de aquel «movimiento de autodefensa», se cuenta la colocación el 19 de enero de 1980 de una bomba en el bar Aldana de la anteiglesia de Alonsotegi, en las inmediaciones de Bilbao, acción que acabó con la vida de cuatro vecinos; de otra bomba, ésta el 23 de julio del mismo año, que estalló en la ikastola Iturriaga, en Bilbao, y que mató a tres personas, entre ellas una mujer embarazada de nueve meses, y de otra más, contra el bar Hendayais, el 24 de noviembre siguiente, que mató a una persona e hirió a diez más.
Las Fuerzas de Seguridad francesas detuvieron a varios responsables de aquellas actividades terroristas (no porque pusieran mucho celo en la tarea, sino porque el nivel de descaro con el que actuaban los otros era de nota). Se dio la enojosa circunstancia de que algunos de los pillados in fraganti resultaron ser... policías españoles.
Probablemente se habían tomado de manera demasiado literal la afirmación del veterano ministro, que dijo: «El mejor terrorista es el terrorista muerto». También fueron identificados como miembros del BVE Jean Pierre Cherid y los hermanos Perret, mercenarios franceses que luego volverían a aparecer en escena como asesinos a sueldo de la Administración española, en tiempos de los GAL.
Fraga, que nunca ha condenado ese género de terrorismo, limitándose a criticar sus «chapuzas» -pese a lo cual es presidente de Honor de un partido que defiende la ilegalización de quienes no condenan el terrorismo-, anuncia ahora que esos «movimientos de autodefensa» van a regresar. Curiosamente, hace algunas semanas que han empezado a circular por el País Vasco algunos anónimos amenazantes firmados por un sedicente «Nuevo Batallón Vasco Español».
Y es que Fraga siempre ha sido un hombre muy bien informado.
Javier Ortiz. Diario de un resentido social (12 de noviembre de 2002) y El Mundo (13 de noviembre de 2002). Hay algunos cambios, pero no son relevantes y hemos publicado aquí la versión del periódico. Subido a "Desde Jamaica" el 22 de noviembre de 2009.
Comentar