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2002/10/17 06:00:00 GMT+2

Está loco

Lo vengo diciendo desde hace mucho, y casi todo el personal piensa que exagero: Garzón está como una regadera. Es un megalómano peligroso al que están dando cuerda porque les interesa, pero sus excentricidades acabarán por volverse contra sus patrocinadores.

El problema no es de hoy, ni mucho menos. Lo dije ya cuando se suponía que apoyaba la lucha contra el terrorismo de Estado y caía simpático a la gente radical. Dije que era un pavo real pretencioso y vacuo y que no tenía ningún escrúpulo en torcer el sentido de las leyes, o vulnerarlas directamente, para lograr sus objetivos.

Por aquel entonces -estoy hablando de los tiempos de la denuncia de los crímenes de los GAL-, solíamos tener unas cenas amistosas a las que asistían Javier Gómez de Liaño y Joaquín Navarro, entre otros. Un día trajeron a Garzón. Al acabar la cena, les dije a Navarro y Gómez de Liaño: «Si este tipo sigue viniendo a nuestras cenas, el que deja de venir soy yo». Navarro lo ha contado en uno de sus libros. Ellos protestaron: «¡Pero, hombre, Javier! ¡Si Baltasar es de los nuestros!». Y yo les contesté que de los míos no, desde luego. «Este tío es un ególatra insufrible. Yo no lo aguanto», repliqué. No le invitaron más.

Meses después, cuando ya empezó a hacer cosas raras, comí con una persona que le es muy próxima. «Se ha vuelto loco», me dijo. «No escucha a nadie. Toma resoluciones sin estudiarlas a fondo. Y, como le llames la atención, te pregunta si tú también te has pasado al enemigo».

El auto que perpetró ayer, en el que acusa a Batasuna de practicar la limpieza étnica, es un disparate. Lo es, en primer lugar, porque primero habla de «limpieza étnica» y luego pasa a referirse a asuntos ideológicos, que no tienen nada que ver con problemas de origen o de «pureza» de sangre. Lo es, en segundo término, porque jurídicamente resulta aberrante que un juez firme un auto en el que formula una acusación y añada que las pruebas... ¡se va a poner a buscarlas! ¡Es decir, que reconoce que acusa sin contar con base suficiente! Sigue siéndolo, en tercer lugar, porque ni señala a quién acusa, con nombre y apellidos -lo que es de rigor en todo procedimiento penal-, ni define los tipos delictivos que imputa, ni establece ninguna medida cautelar tendente a impedir que los presuntos delitos se sigan cometiendo...

En fin, demuestra que no tiene ni pajolera idea de lo que habla: dice que los padres no inscriben en Barakaldo a los niños que nacen en el hospital de Cruces porque la localidad «no es suficientemente euskaldun» y que por eso prefieren inscribirlos en Bilbao. ¡Será melón, el capullo! Si no los inscriben en el municipio del hospital es porque han ido hasta allí desde cualquier otro punto de Bizkaia tan sólo porque es allí donde está el hospital. Luego se vuelven para su casa y los inscriben en su lugar de residencia. Y ya está: el asunto no tiene más entretela que ésa.

He oído a Iñaki Gabilondo decir que esta vez Garzón «se ha pasado de frenada». También han dicho por la radio que El Mundo ha escrito un editorial en el que cuestiona el auto, pero no he podido leerlo, porque no estoy abonado a su servicio de pago.

Me da que empiezan a darse cuenta de que ese hombre les va a causar problemas.

A lo mejor hasta acabamos divirtiéndonos.

Javier Ortiz. Diario de un resentido social (17 de octubre de 2002). Subido a "Desde Jamaica" el 16 de enero de 2018.

Escrito por: ortiz el jamaiquino.2002/10/17 06:00:00 GMT+2
Etiquetas: 2002 baltasar_garzón diario euskal_herria euskadi | Permalink | Comentarios (0) | Referencias (0)

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