Erre que erre: los medios capitalinos pretenden ahora que ETA se prepara a desarbolar la nueva estrategia de Batasuna y aportan como supuesta prueba de ello que en el último boletín interno de la organización, Zutabe -que no tiene nada de interno, por cierto-, se descalifica el «plan Ibarretxe».
El culo y las témporas.
Batasuna no afirmó el domingo en ningún momento que aliente el más mínimo deseo de apoyar el proyecto de Ibarretxe. Todo lo contrario. Lo que propuso es muy diferente: aboga por crear un ámbito de diálogo (una «mesa», dice) que implique a todos los partidos y organizaciones sociales y que permita sentar las bases de un plan de futuro para Euskal Herria. O sea, nada de «plan Ibarretxe».
Cabe preguntarse a qué viene este terco empeño de los mass media de Madrid en arruinar la recién estrenada estrategia de Batasuna. Vistas las cosas en su superficie, lo lógico sería lo contrario. ¿No supone ese plan el cese de la kale borroka y de otras formas violentas de lucha? ¿No es eso lo que los más influyentes creadores de opinión españoles han venido reclamando desde hace años y años? ¿Qué le ven de malo?
Hay -eso es bien sabido- algunos agitadores mediáticos que viven del conflicto. Como ETA dejara las armas y Batasuna se volcara en la actividad política normalizada, se quedarían sin su principal fuente de reconocimiento público. No podrían pasarse el día hablando de lo amenazados que están y de lo valientes que son atreviéndose a proclamarse españolísimos.
Pero ese trasfondo explica tales o cuales comportamientos individuales, no las líneas editoriales de los medios.
Ésas se apoyan en factores más de fondo.
Uno -clave- es que, en el caso de desmilitarizarse el conflicto vasco, se verían en graves dificultades para tener sometidos los proyectos de replanteamiento del modelo de organización territorial al estado de excepción permanente en que se encuentran. Ser partidario del federalismo, de la confederalidad, o lisa y llanamente separatista, no podría presentarse ya como sinónimo de semiterrorista (o de terrorista del todo). Lo que obligaría a los amantes del Estado español en su forma actual a razonar sus posiciones por vías intelectualmente más consistentes. O consistentes, a secas.
Ha de tenerse en cuenta también que los grandes medios de comunicación centrales tienen lazos muy poderosos con los dos grandes partidos que se turnan en el poder. Y el plan de Batasuna, de progresar, dejaría fuera de juego al PP y en una muy delicada posición al PSOE, cuyas diferencias internas en este terreno son bien conocidas. Es decir: podría provocar un cambio de las reglas de juego con las que se manejan los grandes consorcios empresariales de la comunicación. Un cambio que no les interesa nada.
Recordaréis la boutade de Manuel Vázquez Montalbán, cuando escribió aquello de que «contra Franco vivíamos mejor». Para mí que éstos están ya temiéndose la posibilidad de acabar pensando: «Contra ETA vivíamos mejor».
Javier Ortiz. Apuntes del natural (18 de noviembre de 2004). Subido a "Desde Jamaica" el 12 de julio de 2017.
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