Ufología. Todos los periódicos han contado lo que declararon González y Aznar tras su reciente encuentro en La Moncloa. Nosotros no podíamos conformarnos con semejante vulgaridad. Así que, la mañana en cuestión, disfrazados de bonsáis -algo que nuestra estatura nos permite cómodamente-, nos adentramos en el complejo de La Moncloa y asistimos en directo a la conversación que mantuvieron el jefe de Gobierno en (de)funciones y su sustituto in páctore (sic). Fue un diálogo que bien puede titularse Encuentros en la tercera clase, tanto por las dificultades de comunicación de los contertulios, que parecían de planetas diferentes, como por su categoría.
Transcribimos la conversación:
González: Lo primero de todo, quisiera hacerle patente mi sincera felicitación.
Aznar: Paténtela, si ése es su gusto. A mí me da igual.
G.: ¿Quiere que le enseñe el complejo?
A.: No hace falta. Conozco bien su complejo. Se cree ciclotímico, pero en realidad es un paranoico de tomo y lomo.
G.: Me refiero a La Moncloa.
A.: Ah, bueno, sí. Me gustaría ver el búnker. Me hace ilu.
G.: No es momento todavía de descender a esos detalles. En cambio, si quiere ver la llama...
A.: ¡No me diga que es usted aficionado a las llamas, como Nerón!
G.: Mi llama es monárquica. No ARDE. Se trata de un bicho boliviano.
A.: ¿Y por qué se lo trajo? ¿Le parecía que en La Moncloa no había suficientes bichos ya?
G.: Fue un regalo.
A.: Yo, los regalos, los devuelvo.
G.: Pero para devolverlos hay que comérselos primero. La llama era muy grande.
A.: Le entiendo. Es un problema. (Se queda pensativo). Regalos muy grandes. Hummm. Tendré que estudiar eso. Pero sin prisas. Resolver ese asunto ahora mismo sería una total falta de respeto al Parlamento.
G.: ¿A qué Parlamento? ¡Pero si en estos momentos no hay ninguno, por consiguiente!
A.: El Parlamento ahora existe en embrión. Es un nasciturus. Usted conoce mis ideas al respecto: yo respeto la vida siempre. Incluso cuando sólo es una idea. Desde que un chico le pregunta a una chica si se quiere casar con él, y ella le dice que sí, yo ya me pongo a respetar la vida del nasciturus. En ese terreno, si me permite la inmodestia, soy la monda.
G.: Pues yo que usted no modificaría la Ley del Aborto.
A.: No lo haré. Respeto mucho también la vida de la Ley del Aborto.
(Prosiguen el recorrido).
G.: Esto es la Casa de Semillas.
A.: ¿Y para qué sirve?
G.: Para que esté Serra.
A.: Qué lata.
G.: No, es de piedra.
A.: ¿Quién, Serra?
G.: Sí.
A.: Ya me lo parecía. Y los papeles secretos, ¿dónde están guardados?
G.: No puedo decírselo. Son secretos. Además no hay.
A.: ¿Cómo pueden ser secretos, si no hay?
G.: No puedo decírselo. Es secreto.
A.: ¿Y qué más secretos hay aquí?
G.: La tira.
A.: Ese ya lo conozco: la tira es el secreto de la ONCE. El secreto que más me gustaría que me contara es cómo se las ha arreglado para permanecer trece años en el Gobierno.
G.: Ese es el secreto principal. Lo tengo protegido con un gran Candau.
A.: Pero algún consejo podrá darme.
G.: Le daré uno, a condición de que usted me dé a mí otro.
A.: Me parece justo. Deme el suyo.
G.: Es éste: si le llevan ante los tribunales, conserve la calma en todo momento.
A.: ¿Por qué?
G.: Porque conservar la calma es fundamental para no perder el juicio.
A.: Ya. ¿Y qué consejo quiere que le dé yo?
G.: El Consejo General del Poder Judicial.
A.: ¡Pero eso no puede ser!
G.: ¡Ya empieza a incumplir sus compromisos! ¡Realmente tiene usted madera de presidente del Gobierno!
A.: Yo eso lo tengo muy claro. Cumpliré los compromisos que pueda cumplir. Y los compromisos que no pueda cumplir, no los cumpliré. Luego estarán los compromisos que, pudiéndolos cumplir, tampoco cumpliré, para estar en condiciones de seguir comprometiéndome en el futuro a cosas que se puedan cumplir.
G.: Le veo a usted muy convencido de que al final va a gobernar. ¿Cree que Pujol pactará al final con usted?
A.: Estoy seguro.
G.: ¿Por qué?
A.: Me lo ha dicho un pajarito. Y no me pregunte quién, porque no se lo diré bajo ningún concepto: ha sido Duran Lleida.
G.: Tiene razón: es un pajarito.
A.: No puedo decirle nada. Es secreto.
G.: Así que Pujol piensa en pactar, ¿eh?
A.: No. Piensa ganar.
Javier Ortiz. Zooilógico, El Mundo (17 de marzo de 1996). Subido a "Desde Jamaica" el 28 de septiembre de 2013.
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