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2003/05/25 06:00:00 GMT+2

El rapto de Europa

Me planté ayer a las 21:30 ante el televisor con dos propósitos formalmente incompatibles: ver qué diablos hacía el Real Madrid en Valencia –o con el Valencia, según me temía y según resultó– y echar una ojeada al Festival de Eurovisión. En ambos casos me guiaba la difusa esperanza de que el día no me diera la puntilla: podía ser que ganara el Valencia y podía ser que el espectáculo de Eurovisión me aportara cierto gozo sádico, como el año pasado, cuando TVE perdió por completo el sentido del ridículo y exhibió con entrañable impudicia la quintaesencia de su patrioterismo ultramontano («¡Coño!», «¡A la mierda!», «¡Que se joda Europa!», «¡No nos merecen!», etcétera).

Falló todo. Incluso fallé yo, porque mis saltos de cadena en cadena para alternar el partido de fútbol y el Festival de Eurovisión parecieron dictados por la firme voluntad de ver lo más aburrido de ambos.

Del fútbol no diré nada: mi cabreo es probablemente demasiado subjetivo. Pero ¿cómo guardar silencio ante lo del Festival de las narices?

No hablo de música, por supuesto, sino de política. Europa es un espacio de enorme y abigarrada riqueza cultural. ¿De cuándo a aquí el inglés es la lengua oficial del continente? ¿A cuento de qué naciones de tan hondas raíces literarias y musicales como Alemania se avienen a hacer dejación de lo suyo para soltarnos infumables bodrios en inglés? ¿Qué mierdas hace Turquía mandando como representante a una cosa horrible que chirría en inglés? ¿De dónde sale una catalana que se llama Beth –que dice que se llama Beth– y que emite con un tonillo spanglish que debe de ser la envidia del mismísimo Aznar?

Francia, por lo menos, tuvo el detalle de presentar a una moza, Louisa Baïleche, que no sólo cantaba en francés, sino que además lo hacía con el acento beréber de su Kabilia natal. Demasiado para eso en off que responde por Uribarri, que sigue imitándose a sí mismo y que, después de los siglos que lleva en esto, demostró su estructural incapacidad para pronunciar bien tres sencillitas palabras en francés (se empeñó en que Monts et merveilles fuera «Monse merbeyés»).

¿El inglés, lengua oficial europea? Sí, pero no, desde luego, por la preponderancia de un Reino Unido al que nadie prestó la menor atención, y menos por una Irlanda que fue incapaz de recordar ni siquiera vagamente a Irlanda, sino por culpa del Gran Ausente, representado simbólicamente por Israel –europeísimo estado donde los haya– e indirectamente por doce o quince países más: los USA, otro año más ganadores del Festival de Eurovisión, por dejación de un continente al que dicen «viejo» por pura caridad. Lo suyo no es culpa de la edad, sino del Alzeimer. Ha perdido la memoria y ya no se acuerda ni de quién es.

Javier Ortiz. Diario de un resentido social (25 de mayo de 2003). Subido a "Desde Jamaica" el 22 de mayo de 2010.

Escrito por: ortiz el jamaiquino.2003/05/25 06:00:00 GMT+2
Etiquetas: 2003 diario europa eurovisión | Permalink | Comentarios (0) | Referencias (0)

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