Siendo como es el escándalo de la Comunidad de Madrid –hasta ahora– un asunto de muchísimas sospechas y ninguna prueba (o casi), estaba yo sorprendido, e incluso un poquitín molesto, por el hecho de que nadie hubiera metido en danza aún a don Sigfrido Herráez, concejal de Vivienda y Movilidad Urbana de la capital de España. Por fin esta soleada mañana de fin de julio me ha reportado la íntima satisfacción de ver –de oír por la radio y a distancia atlántica– a don Sigfrido apareciendo en escena, compensando la tardanza con el número: lleva del brazo, como corresponde a un hombre de los acendrados sentimientos familiares que le son propios, a su señora esposa y a su santa madre.
Reconozco mi debilidad por el señor Herráez, de cuyo talante tengo amplia noticia a través de varias personas que han debido aguantar los ataques de ira que le sobrevienen cada vez que no consigue ver atendidas sus inagotables ansias de notoriedad. Además de ese carácter suyo tan especial –almibarado con los de arriba, soez y tiránico con los de abajo–, retengo de él la inteligencia con la que aborda simultáneamente los problemas de la vivienda y del tráfico de Madrid. (*)
Son igualmente célebres las explicaciones de don Sigfrido. La que hoy recoge El País está a la altura de sus mejores producciones. Dice que él se considera incompatible con cualquier operación inmobiliaria lucrativa en Madrid, pero que en el caso de este negocio que ha hecho con el constructor Francisco Bravo no hay problema porque los terrenos objeto de la compra-venta están... ¡en Móstoles!
Pretende don Sigfrido que su área de influencia como concejal de Urbanismo y Movilidad Urbana de Madrid no llega a Móstoles. Sin embargo, sabe perfectamente –y sabe que los demás sabemos– que el proyecto de Metro-Sur de Madrid incluye ampliamente a Móstoles dentro de su trazado. Y sabe lo que eso va a suponer en materia de revalorización de los terrenos del histórico municipio.
Eso es típico de él: dar explicaciones tontas para uso de tontos. Allá quien se las crea.
Javier Ortiz. Apuntes del natural (31 de julio de 2003). Subido a "Desde Jamaica" el 24 de diciembre de 2017.
(*) Mis lectores más vetustos recordarán los comentarios que he dedicado tanto a los conos de don Sigfrido, especialidad con la que consigue entorpecer todavía más el tráfico navideño de Madrid, como a su coche multador, vehículo que transitó de la fama al olvido en un tiempo verdaderamente record.
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