La pena es que estaba algo distraído y no me enteré ni de quién era el autor de la argumentación ni en qué medio se la habían publicado. La escuché ayer en la radio, en una revista de prensa, y lo mismo podía estar tomada de un artículo editorial que de una columna firmada, aunque me sonó más a editorial, por el tono. La reproduzco a ojo, no literalmente, pero respetando los pasos: hay que ilegalizar Batasuna -decía- porque, sin Batasuna, ETA estará abocada a la desaparición y, una vez desaparecida ETA, desaparecerá también el problema vasco.
¡Triple salto mortal y sin red!
Primer salto mortal: se da por hecho que la ilegalización de Batasuna provocará la disolución del entramado político y social que integra el llamado MLNV. ¿En qué se apoya semejante suposición? En nada. El MLNV -dentro del cual hay organizaciones que nunca se han inscrito en ningún registro legal, lo que no les ha impedido funcionar a buen ritmo- es capaz de subsistir en condiciones de acoso policial y judicial como las que pueden derivarse de la ilegalización de Batasuna. Es más: ese acoso puede incluso reforzar sus posiciones.
Segundo salto mortal: se presenta como una evidencia que ETA no puede subsistir sin Batasuna. Es otra presunción sin base alguna. ETA -lo he recordado varias veces estos días- creció y se asentó cuando no contaba con el respaldo periférico de ningún partido legal. La práctica totalidad de su actividad funciona al margen de Batasuna. Incluso cuando se apoya en militantes de Batasuna, lo hace no porque Batasuna se los proporcione, sino porque los conoce directamente y sin necesidad de Batasuna. Nada le impedirá seguir echando mano de ellos cuando le parezca.
Tercer salto mortal: se toma como algo incuestionable que el llamado «problema vasco» empieza y acaba en ETA, razón por la cual se considera impepinable que, si el terrorismo desapareciera, con él se iría también para siempre «la cuestión vasca». Ésa es quizá la más apoteósica de las sucesivas muestras de ignorancia sobre las que camina esta especie de cuento de la lechera. Desconoce que el llamado «problema vasco» tenía ya una larga historia a sus espaldas cuando ETA nació y que no sólo podría subsistir, sino que es seguro que subsistiría aunque ETA desapareciera.
Lo que me llama más la atención de esta serie concatenada de disparates es que haya medios de comunicación importantes -la revista de prensa era de periódicos con sede en Madrid- que la reproduzcan sin sonrojo alguno, sea porque se la toman en serio, sea porque piensan que sus lectores pueden tomársela en serio, sea por las dos cosas.
¿Es posible una ceguera tal ante la realidad de lo que está pasando? Sí. Creedme: la combinación entre la miopía y el deseo de no ver produce efectos demoledores.
Javier Ortiz. Diario de un resentido social (8 de agosto de 2002). Subido a "Desde Jamaica" el 14 de enero de 2018.
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