(Aviso previo: no voy a escribir lo que sigue con ningún entusiasmo, básicamente porque ya lo había escrito y se me ha borrado, por una de esas mierdas informáticas.
Así que vuelvo a escribirlo, pero resumiéndolo, y de mal humor.)
Estaba ayer pensando en las historias de los EEUU en Irak y demás cuando me acordé de un chiste ruso, que se contaba allá por los años 60.
Era en los tiempos en los que la URSS y la República Popular China estaban a la greña sobre las aguas del río Usuri y mucha gente temía que aquello terminara como el rosario de la aurora.
El chiste decía:
«Se declara la guerra y van las tropas rusas y entran en territorio chino. Y el primer día cogen un millón de prisioneros.
»Y siguen la ofensiva al día siguiente y capturan diez millones de prisioneros.
»Y continúan, y al tercer día pillan otros cien millones de prisioneros.
Y al cuarto, doscientos millones más.
»Al quinto día, Nikita Jruschov recibe un telegrama de Mao Zedong.
»El texto dice, lacónico: "¿Ha entendido? Ríndase."»
La anterior vez que lo escribí lo conté con más gracia, pero ya se me han pasado las ganas.
De todos modos, la conclusión era que Bush haría bien en acordarse de este chiste sobre Jruschov y Mao.
Y es que el que mucho abarca, poco aprieta.
Javier Ortiz. Apuntes del natural (22 de noviembre de 2004). Subido a "Desde Jamaica" el 12 de julio de 2017.
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