El último y felizmente breve comunicado de ETA, en el que anuncia de manera oblicua su disposición a favorecer el entendimiento electoral de las fuerzas nacionalistas vascas -declarándose en tregua indefinida, se supone-, ha sido acogido con escepticismo e incluso irritación por los partidos que sustentan el Gobierno de Gasteiz, que han respondido que si ETA quiere contribuir al entendimiento -a cualquier entendimiento-, lo mejor que puede hacer es desaparecer del mapa.
En el caso de que los actuales dirigentes de ETA reflexionaran, se darían cuenta de que la actividad de su organización no es bien vista ni siquiera por sus teóricos partidarios. En efecto, tanto Batasuna, por un lado, como ELA y LAB, por el otro, han afirmado que esa insinuación de tregua es «un anuncio esperanzador». La verdad: si yo proclamara que voy a dejar de escribir y mis amigos dijeran que es «un anuncio esperanzador», me preguntaría si no me ha llegado el momento de buscar otra profesión. Un partidario de la lucha armada es partidario, por definición, de que la lucha armada prosiga hasta que el enemigo se rinda o, por lo menos, pida un armisticio. Si el mando de un ejército ve que el cese de sus operaciones es visto con alborozo general incluso cuando el enemigo se muestra más belicoso que nunca, está obligado a deducir que hay algo que no funciona.
Otra cosa que debería dar que pensar a la dirección de ETA es que, cada vez que otorga su apoyo a una iniciativa política o social, viene a ser como si le lanzara un torpedo a la línea de flotación. Le crea toda suerte de dificultades, cuando no la arruina, directamente.
Dice el refrán ruso que no hay peor abrazo que el del oso amigo, que te parte el espinazo. Los apoyos de ETA son como el abrazo de un oso amigo.
El acuerdo de Lizarra fue relativamente bien hasta que ETA decidió respaldarlo. A partir de ese momento se volvió inviable, porque necesitaba abrirse a fuerzas políticas que jamás aceptarían participar en una plataforma que tuviera el apoyo de ETA.
Puede darse por hecho que con la propuesta de candidaturas nacionalistas conjuntas va a suceder lo mismo: basta con que ETA afirme que apoya la idea, para que el PNV y EA tengan que desmarcarse de ella y le cierren la puerta en las narices.
Pues bien: si lo que ETA hace en el plano sedicentemente militar no gusta ni a sus supuestos partidarios y si sus tomas de postura políticas sólo sirven para arruinar las causas que respalda, ¿por qué no se da cuenta de que le ha llegado el momento de quitarse de enmedio?
Sólo hay algo más molesto que un estorbo: un estorbo que mata.
Post Scripta
1.- Supongo que tendrán sus propias razones, que se me escapan, pero el hecho es que dos de los colaboradores de esta web, «Marat» y Belén Martos, pensando tal vez que no tenemos suficientes enemigos por ahí, han decidido ponerse a hacerse mutua burla. La iniciativa fue de una de las partes -no diré cuál, para no complicar aún más las cosas- pero, así que trasmití a la otra parte la existencia del texto recibido, entró al trapo con entusiasmo para mí sorprendente. Como quiera que adquirí con ambos el compromiso de no censurar nunca sus colaboraciones, las publico, pero debo decir que sin el menor entusiasmo.
2.- Feliz año.
Javier Ortiz. Apuntes del natural (31 de diciembre de 2003). Subido a "Desde Jamaica" el 5 de mayo de 2017.
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