Aún a medio digerir el potaje del Perejil, la ministra española de Exteriores, Ana Palacio, y su colega marroquí, Mohamed Benaisa, han quedado a la vuelta del veraneo para comenzar a discutir a fondo. Dicen que aprovecharán el ínterin para estudiarse la agenda.
Esto de la «agenda», soltado así, tiene un aire very British, pero también cabe tomárselo en su literalidad latina, como nominativo plural neutro del participio pasado del verbo ago en su forma perifrástica pasiva. O sea, agenda = las cosas que han de ser hechas.
Siempre he defendido que los estados deben coexistir en paz, incluso cuando defienden modelos políticos diferentes. No digamos nada cuando responden a modelos tan similares como los asumidos por los Reinos de Marruecos y de España.
Dispuesto a contribuir a la causa de su buen entendimiento, he decidido aportar tres cosas que han de ser hechas si se quiere evitar que la situación actual se desarrolle por su lado negativo. Tres nada más, pero cuyo adecuado tratamiento contribuiría a situar a cada cual en el sitio debido.
1ª.- Así que se vean en septiembre, Ana Palacio debería comunicar al ministro de Exteriores marroquí que el Estado español reconoce plenamente la soberanía marroquí sobre el islote de Perejil.
2ª.- La ministra española de Exteriores habría de hacer también patente a Mohamed Benaisa el deseo del Gobierno de España de iniciar conversaciones con el Reino de Marruecos sobre el futuro de las ciudades de Ceuta y Melilla, partiendo del mutuo entendimiento de dos realidades: la primera, que Ceuta y Melilla están enclavadas en territorio marroquí; la segunda, que las poblaciones de ambas ciudades gozan de unas libertades y unos derechos políticos, jurídicos y sociales que deben ser respetados.
La reciente experiencia internacional proporciona ejemplos de descolonizaciones paulatinas y condicionadas -la de Hong Kong, por ejemplo- que cabría tener en cuenta a este respecto.
3ª.- Convendría igualmente que Ana Palacio comunicara a la representación del monarca alauí que, por razones históricas sobradamente conocidas, el Estado español debe defender y defiende el proceso de autodeterminación del pueblo saharaui, tal como fue acordado en su día por las Naciones Unidas, y que, por esta razón, toda acción unilateral del Reino de Marruecos en territorio de la ex colonia española sería considerada como un acto gravemente inamistoso hacia el Reino de España.
Digo yo que, para empezar a hablar, estos tres puntos ya proporcionan una buena agenda, ¿no?
Nota.- Hoy es el 2º aniversario del Diario de un resentido social.
Javier Ortiz. Diario de un resentido social (25 de julio de 2002). Subido a "Desde Jamaica" el 26 de julio de 2017.
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