La representante de Izquierda Unida-Ezker Batua en la Mesa del Parlamento Vasco no respaldará la presentación de una querella contra el titular del Juzgado Central de Instrucción número 5, Baltasar Garzón, por haber invadido las competencias de la Cámara. A cambio, propondrá que la Mesa pida explicaciones al juez.
IU-EB no necesita que el juez explique nada. Sencillamente, trata de evitar que las contradicciones entre IU-EB y el resto de Izquierda Unida acaben en ruptura.
La gravedad de esas contradicciones la puso de manifiesto el pasado viernes la alcaldesa de Córdoba, Rosa Aguilar, que criticó agriamente la política de Madrazo. Se quejó de que esté oponiéndose a las iniciativas de Garzón. Ella sostiene que hay que respaldarlas porque demuestran que la Ley de Partidos era innecesaria. Obviamente, no se cree lo que dice -no es tan estúpida-, pero lo dice para apuntalar el pacto con el PSOE en el que asienta su puesto municipal.
Si bien se mira, lo de menos en todo esto es Euskadi, Batasuna y Garzón. Lo que se dirime es más general. La IU central basa sus expectativas de progresión electoral (o de no regresión) en una política de «unidad de la izquierda», esto es, de maridaje más o menos crítico con el PSOE, en tanto la IU de Euskadi trata de avanzar haciendo las veces de conciencia social del nacionalismo democrático.
Hay dos posibilidades de analizar esas contradicciones.
Una es considerar que el personal del tipo de Rosa Aguilar no se aclara, y que, por no entender, ni siquiera ha comprendido todavía el verdadero carácter del PSOE. Lo cual podría hacerse extensible, sólo que al revés, a Madrazo y compañía, que se habrían comprometido en la gestión del Gobierno de Vitoria porque aún no se habrían enterado del verdadero carácter del PNV.
No creo que sea eso lo que está ocurriendo.
Creo más bien que los unos y los otros se limitan a tratar de amalgamar una fuerza política de peso en realidades sociales muy diversas. Que Rosa Aguilar dice las cosas que piensa que pueden caer bien a la progresía de Córdoba, en tanto Madrazo dice las cosas que cree que pueden sintonizar con la progresía de Euskadi.
Habrá quien, examinando de ese modo el problema, se sentirá inclinado a comprender a los dos.
Yo, aunque esté objetivamente más cerca de una de las partes, no me identifico con ninguna. Niego la mayor: que sea obligatorio constituir una fuerza política de peso.
Cuando nuestras ideas no tienen acogida en sectores sociales de peso, la solución no es amoldar nuestras ideas al mercado, sino esperar a que el mercado evolucione. Siempre acaba haciéndolo.
Javier Ortiz. Diario de un resentido social (23 de septiembre de 2002). Subido a "Desde Jamaica" el 15 de enero de 2018.
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