A veces me indigno cuando me entero de que a éste o a aquel tipejo le han concedido un premio. «¿A ése?», salto cual fiera corrupia.
En cambio, en otras ocasiones no me queda sino aplaudir la decisión del jurado correspondiente.
El pasado lunes se dio a conocer que el Premio Luca de Tena ha recaído este año en Jean d'Ormesson. El jurado explicó que premia con ello «toda una brillante carrera dedicada al periodismo».
Como supongo que la gran mayoría de los lectores no saben quién es el premiado, les daré algunos datos.
Jean d'Ormesson fue durante muchos años el director de Le Figaro, el periódico más prominente de la derecha francesa. Como tal, tiene tras de sí toda una brillante carrera dedicada... al derechismo más militante que imaginar quepa.
A la defensa del colonialismo francés, por ejemplo.
Fijé mi vista en el personaje en los años setenta, a raíz de un artículo particularmente repugnante que escribió lamentando «el abandono» norteamericano de Vietnam. En él, el patrón de Le Figaro se quejaba de que, con la firma de la paz, Saigón, capital de Vietnam del Sur, iba a perder «el aire de libertad» (sic) que tenía. El artículo mereció incluso una canción. La escribió el cantautor Jean Ferrat y se tituló así, precisamente: «Un air de liberté».
A decir verdad, en aquel artículo D'Ormesson se limitaba a mantenerse en sus trece: había defendido la guerra colonial francesa en Indochina y había denunciado a las «ratas pacifistas» opuestas a aquella masacre, en la que acabaron perdiendo la vida cerca de cien mil franceses. Igual que había defendido la represión del independentismo argelino.
D'Ormesson, académico, es célebre por sus ocurrencias presuntamente graciosas. Citaré una: «La Historia es como las mujeres: merece respeto, pero a veces hay que forzarla un poco».
Es éste el individuo que acaba de ser premiado.
Pero las cosas hay que examinarlas en su debido contexto. Tengamos en cuenta que se trata del Premio Luca de Tena.
A tal señor, tal honor.
-------
Nota de régimen interno.- Volvemos a las andadas. Muchos lectores -unos 200, según parece- no pudieron ayer acceder a esta página por culpa del mal funcionamiento de Mundofree. Descargaba la página con tal lentitud que desanimaba a quienes funcionan con una conexión a Internet no demasiado potente. Lo siento. No me queda sino pedir paciencia.
Javier Ortiz. Diario de un resentido social (30 de mayo de 2002). Subido a "Desde Jamaica" el 28 de abril de 2017.
Comentar