Según regresaba a mi casa el miércoles pasado, vi que había una concentración en las puertas del Centro de Salud que tengo enfrente. No era muy numerosa. Me llamó la atención que en el grupo hubiera personal sanitario y usuarios, en parecida cantidad. Me acerqué para ver de qué iba aquello y comprobé que no era un acto motivado por ningún hecho sucedido en el Centro, en particular, sino una protesta contra la degradación de la Sanidad Pública, en general. Una enfermera leyó un escrito, que apenas se oyó por culpa del ruido ambiente. La gente aplaudió un poco.
El acto era de una combatividad limitada y, tal vez por ello, una congregada decidió animarlo poniéndose a corear consignas.
-¡Ana Botella, trabaja de doncella! -gritó.
La consigna me dejó bastante perplejo. Tras reflexionar un rato sobre ella, me dirigí a la mujer que repetía el ripio con creciente entusiasmo y le pregunté:
-Perdone, pero ¿por qué quiere usted que Ana Botella trabaje de doncella, en concreto? ¿Ha elegido ese gremio por algún motivo especial, o tan sólo porque doncella rima con Botella? En el caso de que se apellidara Pérez, ¿qué gritaría usted? ¿"Trabaja de alférez", por ejemplo?
La mujer me miró de arriba abajo, puso cara de muy pocos amigos y me respondió de un modo que revela a las mil maravillas el nivel del debate político de este país.
-Pero tú, tío, ¿de qué vas? ¿Eres del PP, o qué?
Me lo puso tan a huevo que no pude evitar la réplica:
-No, señora; no soy del PP. Soy doncella.
Javier Ortiz. Apuntes del natural (13 de febrero de 2004). Subido a "Desde Jamaica" el 11 de mayo de 2017.
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