Los altos dirigentes del PP fuman hermosos habanos y especulan mirando el humo que les huye hacia el techo.
-¿Y si le exigimos que lo expulse? -musita el uno.
-¿Que expulse quién a quién? ¿Maragall a Carod? -susurra el otro.
-¡No, hombre! Eso ya está hecho. En lo que yo estaba pensando es en exigir a Zapatero que expulse a Maragall.
-¿Por qué?
-¿Qué más da? Por lo que sea. Por mal español. Por gangoso. Por lo que ha dicho del 36. Qué más da.
-¿Y para qué?
-Pues para ayudar a que las aguas sigan su curso natural, hacia la desembocadura. ¿No has oído hablar de la teoría del dominó de Kissinger? Maragall tumba a Carod; Zapatero tumba a Maragall; Bono tumba a Zapatero; Rodríguez Ibarra tumba a Bono...
-¡Te veo venir! Tú lo que quieres es que Rodríguez Ibarra se haga con el control del PSOE.
-No; yo estoy pensando en el paso siguiente: adiós al PSOE.
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-Pero, ¿crees que Zapatero puede dejar que se le arrastre a una dinámica tan autodestructiva? -pregunta el menos convencido.
Y el primero, que es gallego, repregunta:
-¿No viste la experiencia, hombre de Dios? ¿Crees que Zapatero es capaz de meterse en alguna dinámica que no sea autodestructiva?
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-Tiene de consejero a Pérez Rubalcaba. Ése sabe mucho.
-¡Rubalcaba! ¡Un gran conspirador! Especialista en el regate corto. Me lo dijo una vez un socialista que lo conoce bien: es capaz de regatear a siete contrarios y acabar metiendo un golazo. Eso sí: en su propia portería. No se le puede pedir todo.
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-Los partidarios de Carod Rovira están contraatacando.
-¡Ah! ¿Y qué dicen?
-Chorradas. Cuentan que un tal John Hume ha dicho que si alguien tiene la posibilidad de hablar con una organización violenta para persuadirla de que deje de matar, tiene la obligación de hacerlo.
-¿Y quién es ése que ha dicho eso?
-Un líder laborista republicano de Irlanda del Norte. Lo pusieron a caldo en 1993 porque se descubrió que tenía reuniones secretas con el IRA.
-Un Carod cualquiera.
-Sí. La hizo buena.
-¿Y qué?
-Pues nada; que parece que esas conversaciones contribuyeron no sé cómo a los acuerdos de Viernes Santo, cinco años después... Total: que en 1998 le concedieron el Premio Nobel de la Paz, mano a mano con otro que tal baila.
-¡Bah, el Nobel! ¡Eso es como lo de los Goya!
-Hombre, sí. Pero con mucho más dinero.
-¡Es verdad! Por cierto: ¿tú no crees que a Jose...? Hombre, no te digo ahora mismo, que está tan reciente lo de Irak, pero con el tiempo...
Javier Ortiz. Apuntes del natural (3 de febrero de 2004) y El Mundo (4 de febrero de 2004). Subido a "Desde Jamaica" el 8 de mayo de 2017.
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