Hoy es el Día internacional sin coche.
Se trata de una gilipollez. Otra de las muchas con que nos castigan las autoridades. Como el Día mundial contra el Alzeimer, que fue ayer. ¿Un día contra el Alzeimer? O sea, 364 a favor.
¡Contra el Alzeimer! ¡Qué morro! ¡Pero si ellos viven de la desmemoria general!
Preparándome para la tertulia radiofónica de hoy, he oído a un ecologista alavés que defiende que se instaure un Día con coche. Dice que, si todos los propietarios de vehículos de Vitoria-Gasteiz se pusieran en marcha a la vez, se vería con perfecta claridad que el actual modelo de transporte es insostenible. No cabrían en la ciudad ni de coña.
Me parece una idea excelente. Hay que empezar a promocionar iniciativas así.
Decía Lenin que no hay mejor modo de desprestigiar una idea que llevarla a sus últimas consecuencias.
Llevemos esta civilización a sus últimas consecuencias. Ojalá sean realmente las últimas.
Javier Ortiz. Apuntes del natural (22 de septiembre de 2004). Subido a "Desde Jamaica" el 11 de julio de 2017.
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