Canal 9, televisión pública valenciana. Noticias de las 21 horas del sábado 7 de diciembre. Arranque: «El Ebro ha arrojado al mar en los dos últimos días una cantidad de agua equivalente a la que la Comunidad Valenciana necesitaría para resolver sus problemas hidrológicos de todo un año». A continuación, y tras entrar en el detalle de la cantidad -algo así como 300.000 hectolitros, me pareció entender- e insistir en el despilfarro que supone dejar que toda esa agua se pierda en el Mediterráneo, entrevistan a media decena de mendas que hablan de lo importante que es la solidaridad interterritorial, como la que se está proporcionando a Galicia ahora mismo, y cómo no tiene sentido que alguien quiera quedarse para sí lo que finalmente no puede utilizar. Ni una sola voz discordante.
A lo que cabe presentar dos grandes objeciones. Dos objeciones de principio. Descalificadoras.
La primera: eso no es ninguna noticia. Eso es, como mucho, una reflexión. Un editorial. Empezar un teórico noticiario con un mitin político y sectario, que no deja margen alguno para las opiniones contrarias, representa no sólo un atentado a las normas más elementales de la profesión periodística, sino también, y sobre todo, una muestra escandalosa de desprecio hacia la audiencia.
Segunda objeción: eso no sólo es una opinión, sino que además es una opinión demagógica, que toma por idiota al que la oye. Da igual lo que el Ebro haya vertido en el Mediterráneo en el curso de los dos últimos días, porque ningún sistema de trasvase hubiera permitido llevar hasta la Comunidad Valenciana toda esa cantidad de agua en ese plazo. Sin contar con que, una vez llegada a destino, no creo que hubieran tenido dónde embalsarla.
Lo que la Generalitat valenciana reclama es un desvío sistemático de una parte del caudal del Ebro, no una reconducción esporádica de las eventuales crecidas del río. Teniendo esto en cuenta, todo el presunto razonamiento del mitin sedicentemente solidario se queda en el terreno de la pura patraña.
Uno lo ha visto -y oído, y leído- casi todo. Pero uno -o sea, yo- sigue todavía sin estar curado de espanto.
Javier Ortiz. Diario de un resentido social (8 de diciembre de 2002). Subido a "Desde Jamaica" el 29 de diciembre de 2017.
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