Según un reciente sondeo de opinión del CIS, el 71% de los españoles no tiene el más mínimo interés por la política: admite sin rubor que no le presta atención alguna.
Pongo el dato en relación con otro que procede del mismo trabajo demoscópico: el 86% considera que la democracia es preferible a cualquier otro sistema de gobierno.
Lo que me sugiere tres reflexiones.
Primera.- Considerando el muy escaso conocimiento de la materia que reconoce tener el 71%, ¿cómo tomarse en serio sus opiniones sobre los sistemas de gobierno? Es como si alguien empezara diciéndonos que no tiene ni idea de fútbol y acto seguido afirmara que el sistema táctico de Serra Ferrer es superior a cualquier otro. Qué sabrá.
Segunda.- Si no tienen interés alguno en participar en la res publica -ni siquiera en saber de qué va-, ¿a cuento de qué defienden un sistema que se basa teóricamente en su participación? Proclaman la democracia, pero hacen lo posible para que funcione la oligarquía (o sea, el gobierno de unos pocos).
Tercera.- Y, si no les interesa la política y reconocen que no tienen ni pajolera idea al respecto, ¿por qué y para qué diablos votan?
Con un 71% como ése, parece razonable que la vida política española esté como está.
Javier Ortiz. Diario de un resentido social (2 de noviembre de 2000). Subido a "Desde Jamaica" el 28 de abril de 2017.
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