Mucho se comenta en la prensa del día sobre la nueva pata de banco de Pasqual Maragall, que ha comparado la situación de su Gobierno -la situación en la que él ha puesto a su Gobierno, debería decir- con la de una mujer maltratada. Se trata de un intento chapucero de guarecerse detrás de una causa bien vista (aunque tampoco fuera tontería el que perpetró días atrás, cuando apeló a la Guerra Civil y trazó un paralelo entre el levantamiento militar de 1936 y el acoso al que le someten CiU y el PP).
Este hombre está que se supera a sí mismo en el arte de meter el cuezo sin parar. No tiene nada de extraño que los medios de comunicación lo pongan de vuelta y media.
En lo que no estoy de acuerdo es en que el suyo sea un caso especial de demagogia. Muy al contrario. De hecho, apenas hay político español de campanillas que no se apoye en la demagogia más pura y más burda para tratar de colocar su mercancía política. Tan es así que hace ya tiempo que me resulta muy difícil escuchar los noticiarios sin perder la calma con los unos y los otros por las tonterías que dicen como si fueran cosas serias y profundas.
Ayer fue Zapatero el que logró sacarme de quicio. Mitin en Donostia (él, monísimo, todo de negro, pero en plan como muy informal). Hilo conductor de su discurso, reproducido hora tras hora por radios y televisiones: la autodeterminación y el terrorismo como asuntos paralelos. Que si hay que atreverse a renunciar a la autodeterminación para acabar con la violencia, que si de lo único que tiene que independizarse Euskadi es de las armas... Tanto más lo oía, tanto más me indignaba: si la tesis que trataba de defender era la misma que la propugnada desde siempre por el tándem Mayor Oreja-Redondo Terreros, a saber, que no cabe ser nacionalista y oponerse a ETA porque entre el nacionalismo vasco y el terrorismo hay una unidad inseparable, ¿por qué no lo decía francamente de una puñetera vez y se dejaba de jueguecitos de palabras?
Tesis: «De lo que tiene que independizarse Euskadi es de las armas». Respuesta: Ah, ¿sí? ¿De las armas y sólo de las armas? ¿Y del sida no? ¿Y de la precariedad en el empleo no? ¿Y de la tortura no? ¿Sólo cabe un tipo de independencia?
Tesis: «De lo que tiene que independizarse Euskadi es de las armas». Respuesta: ¿De todas? ¿También de las armas de las Fuerzas Armadas españolas?
No piensan en el contenido real de lo que dicen; sólo en cómo puede sonar lo que dicen en los oídos acríticos de quienes les oyen. En el fondo, su ocupación más importante no es inventar frases resultonas para oídos acríticos, sino asegurarse de que la mayoría de los oídos sean acríticos.
Zapatero tiene en eso bastante mejor suerte que Maragall: el asunto sobre el que habla cuenta con muchos más oídos acríticos.
Javier Ortiz. Apuntes del natural (7 de marzo de 2005). Subido a "Desde Jamaica" el 19 de noviembre de 2017.
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