El Gobierno ha preparado un proyecto de Código Penal modernísimo, que castigará con gran severidad que los periodistas neguemos la honorabilidad de la gente importante, aunque seamos capaces de demostrar que esa honorabilidad brilla por su ausencia. «Señor periodista: usted ha llamado corrupto a este corrupto -nos dirá el adusto juez- y eso afecta a su honra. Así que, hala, condenado».
Una curiosidad del nuevo Código es que, según leo, ya no nos mandarán a la cárcel por hacer eso tan feo de señalar con el dedo, sino que nos pondrán multas, o bien, si al juez le parece, nos castigarán con arrestos de fin de semana.
Esta idea de los arrestos de fin de semana representa un evidente intento de homologar la táctica que el PP proponía para los yonquis, que se le ha ocurrido al Gobierno pensando, sin duda, en el factor común de la intoxicación.
Yo entiendo al Gobierno. Se ve ante la posibilidad histórica de tapar la boca al único gremio que le está chinchando de verdad, y no quiere desaprovecharla.
Pero se equivoca. Sobre todo porque demuestra que no sabe cómo funcionan los periódicos. Lo que es a mí, como se apruebe esto en el Código Penal, no va a haber quien me pare: pienso dedicarme a injuriar, calumniar y difamar a lo bestia, a ver si consigo que el juez me arreste todos los fines de semana, con lo que tendré una coartada perfecta para no acudir al trabajo. El ministro de Justicia, como él se va de garbeo durante el week-end, se cree que los diarios de fin de semana los hacemos los periodistas desde casa, mientras nos tomarnos una cerveza con aceitunas y vemos el partido de Canal Plus.
El nuevo Código quiere introducir también la responsabilidad compartida de periodistas y empresas, de modo que si a mí me condenan por mi lengua viperina, Alfonso de Salas, presidente de esta empresa, recibirá idéntico castigo. Alfonso será, con el nuevo Código, como un sufridor del «Un, dos, tres», pero al revés.
Tengo que hablarlo con Alfonso para ver qué hacemos los fines de semana que nos castiguen juntos. 0 mejor: voy a proponer que nombren presidenta honoraria de la empresa a Victoria Abril.
Javier Ortiz. El Mundo (25 de enero de 1992). Subido a "Desde Jamaica" el 27 de enero de 2011.
Comentar