En enero de 1993, en vísperas de las anteriores elecciones generales, El Mundo puso en marcha una iniciativa sin precedentes dentro de la Prensa española: se propuso elaborar, con la colaboración de los miembros de su Consejo Editorial, de no pocos miembros de la Redacción del periódico, de expertos en diversas materias y, sobre todo, de sus lectores, un conjunto de propuestas cuya puesta en práctica permitiera mejorar sustancialmente nuestra realidad política, económica y social.
El proyecto, bautizado como 100 Propuestas para la Regeneración de España, movilizó a varios cientos de personas durante cuatro meses. El Mundo elaboró un temario inicial, los lectores aportaron un ingente número de sugerencias, el Consejo Editorial las examinó, la sección de Opinión del diario les dio forma e hizo una primera redacción de las 100 Propuestas, la dimos a conocer por entregas durante diez semanas, los lectores aportaron sus enmiendas a ese texto -recibimos más de mil- y, finalmente, el 21 de mayo de 1993, publicamos el texto definitivo.
Han pasado tres años. Con la distancia que proporciona el tiempo transcurrido, estamos en condiciones de afirmar que aquella iniciativa constituyó un gran acierto. Por diversas razones.
Es cierto que ningún partido asumió el contenido de nuestras 100 Propuestas, razón por la cual El Mundo no pidió a sus lectores que apoyaran ninguna candidatura concreta en las elecciones de junio de 1993. Pero no menos cierto es que algunas de las medidas que patrocinamos -o, si se prefiere, las inquietudes sociales que reflejamos en ellas- sí fueron tenidas en cuenta. Se han introducido reformas legales destinadas a impedir la financiación ilegal de los partidos, el tráfico de influencias y la corrupción política. Se ha abolido la pena de muerte incluso para tiempos de guerra. Se ha abierto el paso a la instauración del Jurado. Está sobre el tapete la reforma del Senado para convertirlo más claramente en cámara de representación territorial. Han sido suprimidos los ministerios del Portavoz del Gobierno y de Relaciones con las Cortes. Se puso coto a las excursiones anticonstitucionales de la Ley de Seguridad Ciudadana. Se ha avanzado en la equiparación legal de las parejas de hecho. Se ha reformado -aunque, a nuestro juicio, poco y mal- la legislación referente a la insumisión. Algo semejante cabe decir en lo tocante a la eutanasia...
Nuestras 100 Propuestas han contribuido igualmente a poner sobre el tapete discusiones sobre asuntos que hace tres años parecían tabúes: por ejemplo, la necesidad de reformar la legislación electoral, para evitar el creciente distanciamiento entre la llamada «clase política» y la opinión pública, o la urgencia de replantearse el modelo de organización territorial del Estado. En ninguno de estos dos terrenos se ha llegado aún a nada práctico, pero cada vez son más las voces que reclaman que esos dos problemas se apunten inaplazablemente en el orden del día de nuestra vida política.
Tampoco podemos pasar por alto que muchas otras de nuestras 100 Propuestas, aunque hayan sido desconsideradas por la mayoría parlamentaria de la pasada legislatura, han sido asumidas en una u otra medida por los partidos de la oposición, lo que impide afirmar que han caído por entero en saco roto.
En todo caso, las 100 Propuestas tienen un valor suplementario al que El Mundo atribuye gran importancia: suponen también un contrato que el periódico establece con sus lectores. Nuestras 100 Propuestas representaron la firma de un compromiso explícito y firme para la defensa de un ideario que no está a expensas de los intereses y vaivenes coyunturales del día a día. Frente a quienes -como el ladrón que grita «¡Al ladrón!»- gustan de reprochar a los demás su carencia de principios, El Mundo puso su firma debajo de una declaración de principios en cien puntos, comprometiéndose a defenderla fielmente cada día en los kioscos. Y lo ha hecho.
Afrontamos ahora la cita de un nuevo compromiso electoral. Y hemos considerado que esa cita nos proporcionaba una ocasión propicia para repasar y actualizar el contenido de nuestras 100 Propuestas para la Regeneración de España, tanto más cuanto que, en vísperas de un nuevo 98, los ideales regeneracionistas merecen ser remozados. Seguiremos para ello el mismo procedimiento de hace tres años, reclamando la cooperación activa de nuestros lectores. Vamos a pasar por el cedazo de la actualidad lo que pusimos en 1993 sobre el tapete, examinando qué debemos seguir reivindicando tal cual, qué nuevas iniciativas debemos proponer en consonancia con realidades que son nuevas, qué ya se ha visto felizmente cumplido y qué, desgraciadamente, no vale la pena seguir aireando, porque ya se ha vuelto imposible.
A partir de hoy, El Mundo invita a sus lectores a que le hagan llegar sus sugerencias para nuevas propuestas, pasando revista al temario que figura como recuadro junto a estas líneas. Y, a partir de la próxima semana, iremos publicando el proyecto actualizado de redacción de las 100 Propuestas, de modo que los lectores puedan enviarnos sus enmiendas, que examinaremos de cara a la redacción del nuevo texto.
Como hace tres años, entregaremos el producto de este trabajo colectivo al conjunto de las candidaturas que se presenten a las elecciones del 3 de marzo. Con la misma modesta intención: dejando claro que no se trata de un programa electoral y sentando que no creemos tener solución para todos los males que nos aquejan. Nos limitaremos a darles cien ideas, elaboradas sin ningún afán partidista, para que reflexionen sobre ellas y las hagan suyas en la medida en que las consideren de interés y de aplicación.
En todo caso, El Mundo sí las hará suyas.
En dos sentidos.
En primer lugar, serán el prisma desde el que miraremos cada una de las candidaturas: tanto más se aproximen o alejen del sentido de nuestras propuestas, tanto más invitaremos a respaldarlas o rechazarlas.
En segundo término, nuestras 100 Propuestas reafirmarán y resituarán el compromiso ideológico con nuestros lectores que ya suscribimos hace tres años.
Las nuevas 100 Propuestas fijarán las ideas clave a las que la línea editorial de El Mundo será fiel a lo largo de toda la próxima legislatura. Sea quien sea quien venza en las elecciones. Sea quien sea quien forme finalmente Gobierno. Porque lo que buscamos no se materializa ni en personas ni en siglas, sino en en soluciones.
Javier Ortiz. El Mundo (9 de enero de 1996). Subido a "Desde Jamaica" el 26 de enero de 2013.
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