Machistología laboral: La curranta acosata es una variedad de la especímena laboranta, que acumula a las enormes ventajas de que gozan la mayoría de las trabajadoras -disfrutan de los puestos más bajos del escalafón laboral, con lo que se libran de la pesadez de acumular responsabilidades, y cobran menos que los hombres, lo que aminora sensiblemente la preocupación de decidir en qué gastar su salario-, el singular privilegio de que alguno o varios de sus jefes traten de resolverle sus urgencias sexuales, incluso dentro del horario laboral, y sin cobrarles nada por ello.
Avances jurídicos: El Parlamento español acaba de decidir que el acoso sexual en el trabajo sea severamente penado. Eso está muy bien, pero presenta algunos problemas: 1º) Para ser acosada en el trabajo, la mujer necesita tener trabajo, lo que no es tan fácil, y las posibilidades de perderlo en caso de denunciar al jefe son pasmosamente altas; 2º) Los jefes se resisten con singular tozudez a firmar certificados de haber acosado, con lo que el asunto se queda frecuentemente en la palabra de una contra la del otro; y 3º) No hay que excluir en absoluto la posibilidad de que el juez, llegado el caso, simpatice con el acosador.
Ejemplo histórico de esto último: El magistrado de la Audiencia de Lérida Rodrigo Pita. Este, en la (en su día) célebre «sentencia de la minifalda», afirmó que bien pudo ser que la trabajadora, María José López, «con su específico vestido, en cierta forma y acaso (sic) inocentemente, provocó (resic) este tipo de reacción de su empresario», el cual «a lo mejor (aún más sic) había comido o bebido demasiado». Lo que le permitió concluir al señor juez: «Probablemente no pudo contenerse. Es una reacción biológica». ¡Anda y vete a poner denuncias para que te toque en suerte un maromo así!
Pero para eso están los recursos, ¿no? Cierto. El Tribunal Supremo decidió que el empresario fuera condenado a 40.000 pesetas de multa. Con ese dineral, María José López, después de unas relajantes vacaciones en el Caribe, puso una cadena de tiendas de minifaldas. ¡Y aún os quejáis, tías!
Javier Ortiz. Zooilógico, El Mundo (5 de mayo de 1995). Subido a "Desde Jamaica" el 29 de julio de 2013.
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