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1999/09/18 07:00:00 GMT+2

Condenado 36

De haberme visto obligado a tomar partido en el debate parlamentario del pasado martes sobre si condenar o no el golpe militar de 1936, lo más probable es que hubiera hecho lo mismo que el PP: me habría abstenido.

Sólo que por razones opuestas a las suyas.

Sostienen los de Aznar que el levantamiento del 18 de julio de 1936 pertenece ya a la Historia, por lo que no tiene sentido emitir un juicio político sobre él. Eso no es un argumento, sino una mera argucia. El nazismo es ya Historia -a mucho más título, porque los nazis ni vencieron ni gobernaron durante 40 años- e imagino que los parlamentarios populares no se negarían a condenarlo.

Dicen también que es un error plantear esta polémica, porque resucita la maldición de las dos Españas. ¡Anda; así que los hechos históricos dividen a la sociedad española actual! ¡Qué pueblo tan culto, el nuestro! ¡Y yo sin saberlo!

Sin querer, esta última objeción viene a explicar por qué creo que es una broma de muy mal gusto la condena del golpe militar de 1936 votada por el Congreso.

Veamos: si se considera que el levantamiento militar de 1936 es condenable, se presupone que también lo será la causa que esos militares defendieron con las armas en la subsiguiente Guerra Civil, y el régimen político que nació tras su victoria en 1939, que se mantuvo hasta 1976. Y, por vía de consecuencia, también habrá que condenar -a penas de cárcel, si se tercia- a quienes fueron agentes de ese régimen entre 1939 y 1976. Por lo menos a los que ostentaron los más altos cargos.

Llevemos el razonamiento a sus últimas consecuencias: condenar el levantamiento militar de 1936 -que la resolución del Congreso tilda erróneamente de «fascista»: no lo fue; lo devino con el tiempo- equivale a condenar también, por lógica coherencia, la llamada reconciliación nacional. Y con ella, los fundamentos mismos de la mitificada Transición.

Otrosí digo: si deciden que lo que hicieron los franquistas fue inaceptable, habrán de juzgar no menos inaceptables los beneficios económicos que los franquistas y sus colaboradores obtuvieron en aquellos años. Deberían exigir que los devuelvan.

Pero el PSOE no quería para nada sacar esas consecuencias, y menos todavía enfrentarse a los beneficiarios del franquismo, con muchos de los cuales está a partir un piñón. Lo único que deseaba era poner en un brete al PP con una proclama perfectamente retórica, intrascendente, huera e hipócrita.

Por eso yo nunca habría votado esa resolución. Me parece mal tomar el pelo a la ciudadanía.

Javier Ortiz. El Mundo (18 de septiembre de 1999). Subido a "Desde Jamaica" el 20 de septiembre de 2010.

Escrito por: ortiz el jamaiquino.1999/09/18 07:00:00 GMT+2
Etiquetas: pp preantología franco 1999 psoe transición españa franquismo guerra_civil el_mundo | Permalink | Comentarios (0) | Referencias (0)

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