Escupe el presidente extremeño, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, en referencia a su homólogo catalán, Pasqual Maragall (y a los catalanes, en general, según parece): «Que se metan sus cuartos donde les quepan».
Primera respuesta, elemental: puesto que dice «donde les quepan» y no «por donde les quepan», lo más lógico es pensar en el bolsillo.
Claro que, de suceder tal cosa, Rodríguez Ibarra se encontraría con un grave problema. Porque la región que preside desde los tiempos de Mari Castaña se mantiene, mal que bien, con la ayuda de los fondos que recibe de los contribuyentes de las zonas del Estado que más aportan a las arcas centrales. Si las gentes de Cataluña se guardaran en la butxaca «sus cuartos», como les ha desafiado a hacer Rodríguez Ibarra con esa chulería suya tan de señorito, ¿con qué fondos contaría él para cerrar las cuentas regionales?
Soy firme partidario de la solidaridad interterritorial. Faltaría más. Pero también defiendo la exigencia de responsabilidades. ¿Qué ha hecho el gobierno de Rodríguez Ibarra por Extremadura? ¿Qué resultados han tenido sus presuntas iniciativas destinadas a estimular el desarrollo económico y la modernización de la región? No me exhiba esta obra o la otra: cada faraón tiene su pirámide. Compare sus logros con los de otras regiones. ¿Cómo explica que Extremadura tenga una tasa de crecimiento tan baja que la perspectiva de convergencia con la media no ya europea, sino española, se aleje, en lugar de acercarse? ¿En qué usa ese señor los cuartos que recibe? O, por emplear su propio lenguaje: ¿en dónde se los mete?
Yo no soy catalán, y menos aún Cataluña, pero sí contribuyente neto a las arcas del Estado. Muy neto. Incluida la primera acepción que da a ese adjetivo el DRAE: «Limpio, puro, claro y bien definido». Aunque ateo, pago religiosamente hasta el último céntimo de los impuestos que me corresponden. Y no sólo para no meterme en líos. También porque creo que de algún lado tiene que salir el dinero con el que se pagan las pensiones, y los hospitales, y la educación pública. Y el apoyo a las regiones que tienen menos. Pero, puesto que es mi dinero, me creo con derecho a pedir cuentas de lo que se hace con él.
Me indigna que se ponga chulo un señor que lleva la intemerata malbaratando la cuota parte solidaria de millones de sus teóricos conciudadanos. Un señor que se dice socialista pero que hace años que dejó de cerrar el puño porque comprobó que así no había manera de extender la mano.
Javier Ortiz. Apuntes del natural (5 de mayo de 2005). Subido a "Desde Jamaica" el 29 de octubre de 2017.
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