El imam de la lujosa mezquita situada junto a la M-30 en Madrid, Moneir Mahmud, se queja de cómo está el Islam por aquí. Dice: «En España hay muchos imames, pero dame el nombre de algún sabio. El sabio ha estudiado muchos años para dar las respuestas y poder dirigir el pensamiento. En España, cualquier carnicero o carpintero puede ser un imam.»
Mahmud cree que las autoridades deberían exigir una preparación titulada o alguna forma de aval a quien quiera predicar. «En el Islam, como pasa con las otras Ciencias, las Matemáticas o la Medicina, hay especialistas», argumenta.
A lo que respondo, pese a no ser especialista, que:
1º) Según se cuenta, Jesucristo fue carpintero. Dicho de otro modo: fue uno de esos predicadores sin titulación que tanto molestan a Mahmud. ¿Deberían haberle prohibido predicar?
2º) De creer lo que relatan los Evangelios, Cristo despreció a los «especialistas religiosos» de su tiempo, a los que consideró hipócritas y oportunistas. ¿Deberemos catalogarlo como precursor de los modernos fundamentalistas?
3º) ¿Qué es eso que dice: «En el Islam, como pasa con las otras Ciencias...»? ¿De cuándo a aquí el Islam es una Ciencia? ¿Quién, cuándo, en dónde y con qué autoridad lo ha catalogado como tal?
Y 4º) ¿A cuento de qué cree que debe haber gente adiestrada en «dirigir el pensamiento» de los demás?
Menos mal que éste es el aliado del Occidente librepensador, que si llega a ser un fanático...
Javier Ortiz. Apuntes del natural (4 de mayo de 2004). Subido a "Desde Jamaica" el 23 de mayo de 2017.
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