Ahora han descubierto que el ex juez de la Audiencia Nacional Carlos Bueren tiene tendencia a mediatizar el desarrollo de la justicia con fines particulares.
Bueren es en estos momentos abogado de un despacho de campanillas. Mete las narices en las actuaciones de la Audiencia Nacional para beneficiar a los clientes de su despacho.
Cuando fue magistrado, las metía para ayudar al Ministerio del Interior. Lo hizo tan sistemática y tan fielmente que algunos de sus propios compañeros de carrera lo llamaban en privado «ese policía con toga». Pero entonces sólo unos pocos denunciamos abiertamente sus actuaciones.
Interior lo condecoró. Lo mismo que al resto de los demás jueces de la Audiencia Nacional, excepto Gómez de Liaño. Pero no tanto como a Garzón, al que ha concedido una cruz pensionada.
Ahora nadie se priva de insinuar que Bueren no es trigo limpio. Como ya no sirve a los intereses gubernamentales, se ha abierto la veda contra él.
¡Cuídese Garzón de dejar de servirlos!
Javier Ortiz. Diario de un resentido social (4 de diciembre de 2000). Subido a "Desde Jamaica" el 15 de mayo de 2017.
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