Comentando el apunte de ayer y la falta de chispa de muchas consignas, me hablaba mi hija Ane de algunas pintadas simpáticas, que creo había leído en un artículo de Eduardo Galeano.
Por ejemplo: «Proletarios de todos los países, ¡uníos! (Último aviso)».
O, en la pared de un suburbio uruguayo: «Dios también vive aquí. De milagro».
Y otra, todavía mejor: «Ayuda a la Policía: ¡tortúrate!».
Ésa me recordó un magnífico chiste que hicieron hace muchos años Ricardo & Nacho en el que se veía al entonces ministro del Interior, Corcuera, en pijama, en el dormitorio de su casa, pegando con una porra enorme a un ciudadano al que mantenía sujeto contra la cama. Su mujer le decía: «¡Jopé, José Luis! ¡Te tengo dicho que no te traigas trabajo a casa!».
El «Ayuda a la Policía: ¡tortúrate!» es, de todos modos, de una crueldad muy especial.
Se hace imposible no pensar en la muchísima gente que responde disciplinadamente a la recomendación.
Javier Ortiz. Apuntes del natural (14 de febrero de 2004). Subido a "Desde Jamaica" el 11 de mayo de 2017.
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