Ambas me han sido señaladas por lectores de esta página.
Primera asimetría. A) Van los partidos llamados constitucionalistas -que mejor sería llamarlos setentaiochistas, porque constituciones puede haber muchas- y convocan una manifestación (o respaldan la convocatoria de una manifestación, que tanto da). La prensa afirma que «llaman a los ciudadanos a expresar públicamente sus convicciones democráticas». B) Responde el PNV que también va a convocar a sus seguidores para que se manifiesten. Dice la prensa: «Arzalluz llama a los suyos a echarse a la calle».
Unos se «expresan públicamente». Otros se «echan a la calle».
Segunda asimetría. A) Cuerda, Guevara y algunos otros conocidos militantes del PNV proclaman que disienten de la línea oficial de su partido. La prensa los trata con evidente simpatía y acoge con indignación las palabras de Arzalluz, que dice que el EBB no va a penalizar la abierta expresión de su disidencia «para que no se diga». B) El alcalde de San Sebastián, Odón Elorza, está en desacuerdo con la línea oficial de su partido (el PSOE) y no acude a la manifestación de San Sebastián. La prensa exige al PSOE que lo sancione.
Pregunta: ¿Se puede disentir, sí o no? Respuesta: Depende. Si es para darme la razón, sí; si no, no.
Los medios de comunicación de masas españoles -las televisiones, las radios, los periódicos de más tirada- hace ya tiempo que no se toman la molestia de separar la información de la opinión. Ni siquiera formalmente.
No confían en sus opiniones. Temen que el público no las adopte espontáneamente y las inducen con total descaro, aunque eso les obligue a servirse de sus propios libros de estilo como papel de váter.
Javier Ortiz. Diario de un resentido social (28 de septiembre de 2000). Subido a "Desde Jamaica" el 30 de septiembre de 2009.
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