Gran coincidencia de los medios locales en el diagnóstico de lo sucedido en Venezuela la pasada semana: todo fue «muy confuso».
Como quiera que hay un buen puñado de cosas que a mí me parece que están clarísimas, las voy a exponer, a ver si vamos superando poco a poco esa situación de confusión.
Punto 1.- Lo que se produjo el viernes en Venezuela fue un golpe de Estado. Es desazonante comprobar cómo tanto español de pro habituado al manejo diario de conceptos legales se ha visto incapacitado en este caso para definir con precisión lo sucedido. Había un Gobierno democráticamente elegido y llegaron unos señores y lo derrocaron por la fuerza. Eso es un golpe de Estado. Ninguna necesidad de inventar términos extraños, como «acción cívico-militar», «proceso de transición» y cosas por el estilo.
Punto 2.- Si partimos del elemental axioma de que los gobiernos defensores del Estado de Derecho son incompatibles con los golpes de Estado -básicamente porque sostienen que los elegidos en las urnas sólo pueden ser desalojados por las urnas-, habremos de concluir que lo sucedido en Venezuela sirve para delimitar qué gobiernos del mundo son realmente partidarios del Estado de Derecho y cuáles admiten que haya fuerzas políticas que camuflan pistolas bajo sus escaños.
Punto 3.- Es absurdo que se siga hablando de los muertos en la manifestación del 12 en Caracas como si el asunto fuera un misterio insondable. Basta con informarse sobre la militancia política de las víctimas: eran partidarios de Chávez.
Punto 4.- No hacía ninguna falta que llegara Newsweek para contarlo -era un secreto a voces-, pero ahí está, publicado en Newsweek: el golpe de Estado del 12 estaba planificado desde hacía semanas, y el Gobierno de Bush se hallaba perfectamente al corriente de todo. Curioso detalle: Washington acababa de enviar a Caracas un nuevo embajador. Un especialista en «contrainsurgencia», dicen las crónicas.
Punto 5.- Hay quienes lamentan la vuelta de Chávez. Alegan que es un político «confuso», «errático» y «estrafalario». ¿Qué pasa, que sólo respetan la democracia cuando les da la razón? Item más: ¿Vieron y oyeron a los generales golpistas? ¿Les parecía menos «estrafalaria» esa recua de milicos tipo Pinochet, Videla o Bánzer?
Yo me creo todo lo que me dicen, salvo prueba en contrario. De modo que, si hay políticos y analistas españoles que pretenden no ver claro que lo ocurrido en Venezuela ha sido un intento de golpe de Estado organizado por los magnates del petróleo con el apoyo del sector más corrupto de las Fuerzas Armadas y de la Policía, con la connivencia de los representantes del partido de Carlos Andrés Pérez, con el apoyo de los medios de comunicación de capital privado y con la complicidad del Gobierno de Washington, doy por hecho que eso es lo que piensan. Así será, si así lo dicen.
Pero, en tal caso, ¿por qué no se dedican a algún oficio para el que no se precise un mínimo de lucidez?
Javier Ortiz. Diario de un resentido social (16 de abril de 2002) y El Mundo (17 de abril de 2002). Subido a "Desde Jamaica" el 20 de abril de 2017.
Comentar