No me mueve el menor deseo de atacar a Manuel Campo Vidal, contra el que no tengo nada, pero me parece obligado dejar constancia de que el pasado lunes tuvo un lapsus y cometió un error, ambos conexos, de inocultable relevancia política. Incurrió en el lapsus cuando presentó a los participantes en el debate cara a cara Zapatero-Rajoy (¿no es curioso que la reunión de dos caras pudiera convertirse en una cruz?) calificándolos de “los candidatos a la Presidencia del Gobierno”. Él mismo debió de darse cuenta de su desliz freudiano y pocos minutos después los catalogó como “dos de los candidatos a la Presidencia del Gobierno”.
Ahí es donde cambió el lapsus por el error. Porque, de momento, a lo único que son candidatos José-Luis Rodríguez Zapatero y Mariano Rajoy es a miembros del Congreso de los Diputados, el cual decidirá en su día y por los procedimientos al uso en los regímenes parlamentarios –otra cosa son los presidencialistas–, de qué encarga a cada uno de ellos.
No hago esta observación por pijotería leguleya, ténganlo por seguro. Ni siquiera porque me parezca injusto –aunque de hecho lo sea– que los medios públicos concedan tan extraordinarios privilegios al PSOE y al PP, contribuyendo a reforzar un bipartidismo ajeno a la letra y el espíritu de la Constitución Española.
Si me opongo con la mayor firmeza a todos los muchísimos intentos que se están realizando para conducir subrepticiamente al Estado español por esa senda, es porque el bipartidismo fáctico, con el eficaz concurso de la regla D’Hont, favorece de manera descarada la constitución de mayorías absolutas parlamentarias (que no sociales: ésa es cuestión muy distinta). Y la experiencia concreta de las mayorías absolutas parlamentarias que ha vivido España desde 1977 –tanto las repetidas de Felipe González como la cosechada por Aznar en 2000– ha sido más que negativa. Liberados del deber de moderarse y de buscar alianzas, los gobiernos españoles de mayoría absoluta se han caracterizado invariablemente por su soberbia, su arbitrismo y su desdén hacia las minorías.
Minoritario de nacimiento, me aterran absolutamente las mayorías absolutas.
Javier Ortiz. El dedo en la llaga, diario Público (29 de febrero de 2008).
Comentarios
Le sigo diariamente y casi siempre comparto sus apuntes, por lo menos en el fondo. Si bien comparto la crítica la instauración de un bipartidismo manu militare en el sistema político español, no comparto el acharcarle la culpa en exclusiva as sistema de reparto de escaños en cada provincia por en método d'Hont.
Creo que el problema fundamental es el reparto de escaños entre las diferentes circunscripciones porque privilegia a provincias rurales poco pobladas y a las islas donde PP y PSOE se llevan unos 15 diputados extra cada uno (sólo hay que calcular los diputados segun el porcentaje de votos como prueba aproximada).
En Galicia padecemos esto elevado al subrealismo, ya que tenemos unos 300 000 votantes en el exterior que no cuentan a la hora de repartir escaños entre las provincias (representarían 6 más) pero que sí lo hacen para escoger representación.
Para finalizar, quiero decirle que me parece muy acertado incidir en que se eligen represantantes en el Parlamento y en el Senado, no presidentes.
Un saludo.
Escrito por: Alexandre Insua .2008/02/29 08:44:15.507000 GMT+1
Estoy totalmente de acuerdo.
Yo no soy partidaria de las mayorias absolutas, pero en España llevan años llevandonos a un bipartidismo, y lo van a conseguir, ya que no existe educacion politica.
Hemos perdido muchos años en educacion, sanidad, transportes, medio ambiente, etc, lo publico en España no se ha defendido ni valorado en su justa media, todo es economia de mercado para el PP y PSOE.
Escrito por: Luisa.2008/02/29 08:59:31.173000 GMT+1
De todas maneras, veo que por muchas partes se le echa la culpa al dichoso método d'Hont. En realidad, ese método no es malo matemáticamente hablando, pues reparte los escaños de una manera bastante proporcional. El problema está en la regla de corte (que creo que en España está en el 5% en lugar del 3% que he leído en otros lugares), y sobre todo en la eliminación del voto en blanco, que hace imposible mostrar nuestro rechazo a los partidos que se presentan (de ahí la razón de ser de iniciativas como Ciudadanos En Blanco). Eliminando la regla del corte y otorgando la representación al voto en blanco, tendríamos un algortimo bastante bueno.
Escrito por: Pablo.2008/02/29 09:39:21.380000 GMT+1
http://monsieurlesix.blogspot.com
Y creo que, como han expuesto arriba, no hay que echarle las culpas al sistema en sí, sino a cómo está aplicado. El problema radica en el tamaño desigual de las circunscripciones. Todas las provincias tienen que tener un mínimo de 2 diputados (excepto Ceuta y Melilla, creo). En esas provincias pequeñas un diputado va para PP y otro para PSOE, sin sorpresas.
Escrito por: kattalin.2008/02/29 10:01:9.271000 GMT+1
Completamente de acuerdo con el comentario de A Isua. La Ley D'Hont no es más que un sistema de cálculo matemático de reparto. No favorece a la opción mayoritaria, sino a la que más votos por unidad a repartir (escaño) tiene. Y eso es justo. Ejemplo: partido A=258.000 votos; partido B=185.000; partido C=130.000; partido D= 59.000. si los escaños a repartir son 9, lo justo es que 4 sean para A (le habrán hecho falta 64.500 votos por cada uno), 3 para B (61.667 votos por diputado) y 2 para C (65.000 para cada uno). El partido D no llega por poco, pero sería injusto que obtuviese un diputado. En cambio, si D obtuviese 62.000 votos, obtendría un diputado a costa de B. Por cierto, el ejemplo se corresponde aproximadamente con lo sucedido en Vizcaya en las anteriores elecciones, y D es IU/EB.
El problema en España es el reducido tamaño de las circunscripciones, y el mínimo de diputados por provincia (en general, de 3 diputados por provincia, al margen de cuál sea su censo). Eso hace que por ejemplo Castilla La Mancha tenga un total de 33 diputados (creo) cuando por población le corresponderían 22.
Yo propondría que las circunscrpciones fuesen autonómicas y no provinciales, pero me temo que nunca cambiará, porque los beneficiados por el sistema actual son PP y PSOE, mientras que el perjudicado es IU. El resto, más o menos igual.
Escrito por: martin unart.2008/02/29 10:23:13.658000 GMT+1
Pablo, la regla de corte está en el 3 %. Ver artículo 163 de la Ley Orgánica 5/1985: "No se tienen en cuenta aquellas candidaturas que no hubieran obtenido, al menos, el 3% de los votos válidos emitidos en la circunscripción." De acuerdo con las consideraciones sobre las circunscripciones electorales. En su día se decidió privilegiar a las circunscripciones rurales para favorecer a la UCD.
Escrito por: Samuel.2008/02/29 10:27:13.757000 GMT+1
www.javierortiz.net/voz/samuel
Escrito por: martin unart.2008/02/29 10:28:3.605000 GMT+1
Hace unos días leí unas declaraciones de un dirigente de IU en las que afirmaba que condicionarían su apoyo al PSOE a una reforma de la ley electoral. ¿Se atreverán a sostener esa posición pase lo que pase? Creo que no, aunque opino que merecería la pena.
Por mi parte, estoy a favor de la circunscripción única con listas abiertas y sin umbral mínimo. La gobernabilidad es lo contrario de la democracia.
Escrito por: Soli.2008/02/29 10:40:46.055000 GMT+1
Está claro que todas las mayorías absolutas que hemos padecido han sido un desastre, las del PP y las del PSOE. Ahora mismo veo un peligro claro de mayoría absoluta del PSOE, que sería peor incluso que un gobierno del PP sin esa mayoría. El PSOE está conduciendo hábilmente la campaña con el argumento del "peligro de la derecha", cuando en realidad las encuestas le garantizan una victoria clara.
En cuanto al sistema electoral, una circunscripción única a mi entender sería peor que el sistema actual. Si ahora muchas veces los candidatos resultan lejanos, y los partidos centralistas recurren sin pudor a los "paracaidistas" llegados de la capital, no quiero ni pensar lo que podría pasar con una única lista. Y la lista abierta no lo arreglaría, a menos que se impusieran cuotas de candidatos por territorio. Porque una lista con 500 madrileños de los que pueda elegir a 300 no me motiva mucho si no vivo en Madrid. Y o mucho me equivoco o así serían las cosas.
Escrito por: Antonio.2008/02/29 12:17:26.362000 GMT+1
O si no, pongan el 50% del CENSO como mínimo para conseguir escaños y formar gobierno: Así nos libraríamos de parlamentarios que no parlan y de gobiernos. Ya sé que es una "boutade" bastante bruta, pero muestra lo arbitrario de los cortes, tanto como lo de las circunscripciones. Lo ideal sería, como se dice, por comunidades autónomo-heterónomas y, en ellas, por población.
Pero eso tampoco lo verán ni mis nietos ni mis bisnietos, aunque el cambio climático lo permitiere...
Escrito por: Antonio Gil.2008/02/29 13:49:10.772000 GMT+1
Pues yo siempre he estado en contra del sistema D´Hont y siempre lo estaré. Desde los albores de esto que llaman democracia hice el siguiente planteamiento: Imaginemos un país que tiene 35 millones de habitantes. ¿ Queremos un congreso de 350 diputados? Pues ya está: Circunscripciones de 100.000 habitantes. Sí, pero es que hay ciertos problemas de heterogeneidad territorial, como una isla con sólo 20.000 habitantes. Pues la circunscripción engloba a 20.000 isleños y 80.000 continentales. El diputado tiene una oficina en el continente y otra en la isla. Lo importante es que ante un problema el ciudadano pueda dirigirse al diputado de su circunscripción. ¿Ahora a qué diputado se dirige si ninguno tiene una oficina fija abierta al público en la correspondiente circunscripción?
Y es que yo soy enemigo del método D´Hont y, sobre todo, de las listas cerradas, que pueden ir encabezadas por un político de prestigio, y el resto, totorotas o chafalmejas, como decimos los canarios, (o cantamañanas, como dicen en la Península).
Escrito por: Josefus.2008/02/29 14:46:49.758000 GMT+1
Dado el sistema federal desarrollado con las CCAA las listas al Congreso deberían ser únicas para todo el Estado. Y las listas al Senado como Cámara de las CCAA por listas de éstas.
El modelo actual es insostenible. No es muy positivo que las CCAA con más autogobierno "aparenten" , no digo que así sea necesariamente, que deciden medidas que afectan a ciudadanos de otros lugares mientras que esas mismas medidas no afectan a si mismos al tener las competencias asumidas y decididas en su parlamento respectivo.
El colmo, viendo los debates de los partidos "minoritarios" y "a 7", me hizo reflexionar que el bipartidismo es nefasto pero su contrario según el actual modelo no lo sería menos, ¿O es que el diálogo de besugos entre supuestos 17 partidos nacionalistas tendría sentido? Yo con mi ombligo... pues anda que el mío no es especial...pues como yo tengo lengua propia... pues a insularidad no me gana nadie... pues mi río y mi agua...
Escrito por: Nkeer.2008/02/29 16:11:47.468000 GMT+1
Tiro por el lado del lenguaje. En el debate se hizo el siguiente uso de los verbos escuchar y oír:
. ZP dijo: "...nos podrán estar escuchando...; ... todos los españoles lo han escuchado...", y el Sr. MR dijo: "...efecto llamada que se oyó en todo el mundo...; ... porque oí al Sr. Ibarreche decir...".
Un CERO para ZP; un DIEZ para MR.
También hay que puntuar a los señores profesionales que atendieron el debate. En los preliminares dice el presentador: "...vamos a volver a escuchar a...; ...estamos a punto de escuchar el cara a cara...; hemos escuchado las prioridades de cada uno...; lo hemos visto y escuchado esta noche...", y la presentadora: "...empezaremos a escuchar esta...", y el moderador: "... la oportunidad de escuchar...; ... a los que quieran escuchar...".
Parece como si desconocieran la existencia del verbo oír, que es, en la mayoría de los casos, el adecuado.
Un CERO para cada uno de estos profesionales que, precisamente por serlos, deberían cuidar más el lenguaje.
Escrito por: AntonPal.2008/02/29 19:27:46.231000 GMT+1
Lo peor, en mi opinión, es que ninguno de los dos aspirantes a obtener esa mayoría absoluta que tan absolutamente asusta basa sus aspiraciones en sus propias aptitudes, sino en la incapacidad ajena.
¿Qué diferencias políticas separan a Zapatero de Aznar? ¿Acaso no lo defendió en la Cumbre Iberoamericana hasta llegar al extremo de que éste, emocionado, le llamó para agradecérselo? ¿Hasta qué punto, pregunto, merece entonces la pena perderse en cuestiones técnicas?
De otra parte, para Pal: "Bastantes son los que oyen, pero pocos los que escuchan".
Escrito por: García.2008/02/29 22:56:59.090000 GMT+1