Decía Antonio Machado en su Juan de Mairena que no hay nada que sea absolutamente inempeorable, y seguro que tenía razón. Pero muy mal tienen que venirnos dadas en 2008 para descender por debajo de la cota marcada durante el bienio negro 2006-2007.
Como vasco, para mí la imagen más representativa del pasado reciente ha sido la de esa joven camarera gallega, tan entrevistada en los últimos días, a la que le tocó el pasado 22 el primer premio de la lotería y que, cuando fue a recoger su décimo de la suerte, que había metido en la lata de las propinas, se encontró con que alguien se lo había robado.
La mayoría de los vascos hemos pasado por idéntico trauma. Creímos que nos había tocado la lotería con la tregua de ETA y el anuncio de conversaciones de paz pero, cuando nos preparamos a cobrar el premio una vez concluidos los actos de festejo, descubrimos que alguien nos había robado la participación.
Habré de decir en mi descargo que alerté varias veces sobre la imprudencia que suponía dejar el décimo en la lata de las propinas, o sea, que no era verdad que la tregua fuera un hecho irreversible, en contra de lo que estaban diciendo muchos políticos, tanto de la Villa y Corte como de Euskadi. Pero mi descargo no sirve para nada, fuera del clásico dixi et salvavi animam meam.
Hace mucho tiempo que tengo asumido que a algunos nos persigue la maldición de Casandra, condenada a hacer profecías que nadie tomaba en consideración. Lo que no me lleva a confundir el objetivo principal: sé que, por imprudentes que fueran quienes dejaron el décimo al alcance de cualquiera en vez de sellarlo con siete llaves, la culpa principal recae en quienes lo robaron.
Ahora todo es volver a empezar. Desde el principio.
Antes he mencionado a Casandra. Sigamos con la guerra de Troya y sus avatares: éste es el momento de Penélope, tejiendo y destejiendo todos los días, ganando tiempo. Perdiéndolo, en realidad.
Nunca nada es lo mismo. Otro griego lo dejó bien sentado: nadie se baña dos veces en el mismo río. Ahora las gentes, vascas y españolas, no tienen las mismas ganas de entusiasmarse. Ni a favor ni en contra.
No me atrevería a decir si eso es mejor o peor.
Javier Ortiz. El dedo en la llaga, diario Público (30 de diciembre de 2007). También publicó apunte ese día: La felicidad absoluta.
Comentarios
Yo creo que ETA comenzó la última tregua creyendo (queriendo creer en realidad) estar ante la posibilidad de negociar una especie de armisticio que contemplara unos mínimos que le permitieran salvar los muebles antes de su disolución definitiva, esto es conseguir mínimamente una declaración española aceptando que sería democrático montar mecanismos que permitieran en el futuro el poder de decisión del pueblo vasco sobre sus relaciones con los demás, en un futuro indeterminado y en tiempos y partes del territorio diferentes incluso, además de una salida "digna" para ellos al tema de los presos, etc.
Pasaba el tiempo y lo que se diferenciaba respecto a la situación anterior a la tregua era la "placidez" de la vida "en paz" sentida por la parte de la población contraria a las sensibilidades de la izquierda abertzale, y al creciente "mosqueo" e impaciencia por parte de estos últimos ante la inmovilidad política existente. Siguió pasando el tiempo y la falta de gestos en pro por parte del Estado, y por el contrario, declaraciones contrarias al talante inicial e incluso un mayor acoso a la izquierda abertzale, hicieron ver a ETA que todas sus espectativas eran falsas y que la posición del Gobierno había evolucionado hasta no prever otra cosa que no fuera su rendición incondicional. Entonces se rompió la tregua
La mayoría de los vascos creímos al comienzo de la tregua que nos habia tocado la lotería, como dice JOR, pero no la lotería de la tregua unilateral de ETA ante su rendición inminente, que sería otro tipo de lotería pero no la que se jugaba en ese momento, sino la lotería de que por fin se iban a abrir conversaciones entre ETA y el Gobierno para buscar la paz y la superación del conflicto político vasco. La tregua en ese contexto era un gesto de buena voluntad solamente
Me gustaría muchísimo que JOR concretase más cuales serían las siete llaves que guardarían el boleto, que imprudencia política cometieron los pobres ingenuos para permitir el robo, y qué cualquiera y para qué podría y querría robar un boleto cuando ese alguien insinuado, no podría cobrarlo
Escrito por: Golfi.2007/12/30 11:46:22.675000 GMT+1
Escrito por: Antonio Gil.2007/12/30 12:50:2.092000 GMT+1
La opresión a Euskal Herria, muy real, para los militares no es más que un mantra repetido una y otra vez, vaciado de significado y retorcido para que signifique algo que les permita justificar todas sus locuras presentes y futuras.
Escrito por: A Golfi.2007/12/30 14:58:26.534000 GMT+1
Escrito por: Antonio.2007/12/30 15:32:44.658000 GMT+1
Escrito por: Alberto Unapiedra.2007/12/30 19:11:55.523000 GMT+1
1.- Si no existiese la AN-TOP, tribunal especial para delitos especiales, es decir, no comunes...
2.- Si las penas por asesinatos y destrozos dichos "terroristas" fuesen las que corresponden a los delitos comunes, con las agravantes y dirimentes que correspondiesen...
3.- Entonces, lo que dices iría a misa, inclusive a Colón y bendecido por el Ronco Varilla (Rouco = Ronco; Varela = Varilla... Debería espaÑolizar sus apellidos, como abundan en Galiza los apellidos gallegos castellanizados a la fuerza...).
Pero no es así: Los delitos de terrorismo son juzgados por tribunal especial, reciben condenas especiales... Por qué? Porque de hecho el reino de espaÑa considera el terrorismo delito político, es decir, delito que atenta contra la organización del estado. Eso es política en el sentido más noble de la palabra.
No creo descaminado, por parte de la ETA, que se ponga en esa misma tesitura e intente tambén tocar temas políticos...
Escrito por: Antonio Gil.2007/12/30 21:50:31.062000 GMT+1
Antonio Gil, ya sabemos que ETA le viene bien al gobierno español para cometer todo tipo de tropelías y crímenes. Pero creo que no hay que perder de vista que ETA es sólo una excusa. Si no existiera ETA buscarían otra excusa. El tribunal político AN-TOP existía antes que ETA, y lo mismo las bandas paramilitares al servicio del estado como la GC.
Sigo pensando que no hay ninguna contrapartida política que negociar con ETA. Y que la postura correcta ante las fechorías de ambos bandos es la equidistancia, tan denostada por el facherío capitalino (por algo será).
Escrito por: Antonio.2007/12/31 15:00:2.406000 GMT+1
Me temo que mezclamos cosas, incluso mentalmente, y de eso se aprovechan, qué más quieren. Han condenado, y espera, a un montón de gente por el hecho de pensar y tener objetivos afines a la independencia. Esa es la verdad. Ahora bien, como esos objetivos y esas ideas las reclama también ETA, todos son ETA. Ese es el mecanismo que pusieron en marcha Mayor Oreja y compañía y que ha hecho suyo la AN y el Estado.
Hablemos pues de una cosa o de la otra pero sin mezclar, que ya lo hacen suficientemente ellos.
Lo importante es que el Estado se defina sobre cosas tan simples como la libertad de expresión o la autodeterminación; sobre la existencia del Pueblo Vasco y el respeto a sus tradiciones y costumbres; sobre el origen de la Euskadi actual, por intereses de la "transición", y la legitimidad de la Nabarra auténtica y de siempre. Y que lo haga independientemente de la existencia de ETA. Si hasta nosotros mezclamos términos, estamos donde quieren ellos que estemos.
Escrito por: aritz.2007/12/31 19:35:28.221000 GMT+1