Escribí hace unos días que la existencia del PP es un regalo para el PSOE. Algunos lectores me han reprochado lo que les pareció una exageración, casi una boutade. Pero no. Me limité a constatar una evidencia.
El PP aporta grandes ventajas al PSOE.
En primer lugar, unifica a las derechas, a todas las derechas, lo que facilita mucho la creación del espantajo: es la encarnación de la derecha, es decir, del mal malísimo cuyo advenimiento todo aquel que se considere de izquierda debe evitar, a costa de lo que sea, incluyendo el sacrificio de sus propias convicciones.
En segundo lugar, puesto que el PP es la derecha, el PSOE se transforma, por definición, en la izquierda. Si el PP monopoliza un extremo, a su oponente le toca ocupar el contrario. De tal guisa, Zapatero no tiene por qué demostrar con sus actos que es de izquierdas. Si la derecha se le opone, ¿qué otra cosa podría ser él?
En tercer lugar, si el PSOE sintetiza a la única izquierda con entidad para oponerse eficazmente a la derecha, ¿qué podrían pintar otras presuntas izquierdas, incapacitadas para derrotar a la derecha?
Felipe González se dio cuenta desde su primera investidura de lo bien que le venía institucionalizar a una derecha como la que representaba entonces AP, luego reconvertida en PP. Nombró a Manuel Fraga “jefe de la oposición”, cargo que no sólo no estaba previsto –y sigue sin estarlo– en la Constitución Española, sino que se pega de patadas con nuestro régimen parlamentario, en el que hay tantas oposiciones, en principio, como partidos ajenos al Gobierno.
¿Cómo iba a ejercer Fraga de jefe de la oposición nacionalista vasca, o de la catalana, o incluso de la canaria? Mandaba sobre los suyos, y no siempre. Pero convirtiendo al carnicero de Montejurra en “jefe de la oposición”, aplaudiendo su egolatría atropellada, petulante y toscamente provinciana, González sentó las bases del bipartidismo que ahora, ya con otros protagonistas, se expande a plena satisfacción de los unos y los otros.
Al PSOE le viene muy bien el PP. Jamás le criticará por lo que realmente merece ser criticado. Con enemigos así, uno no necesita amigos para nada.
Javier Ortiz. El dedo en la llaga, diario Público (23 de marzo de 2008).
Comentarios
Realmente A y B son complementarios, forman parte del mismo fenómeno y vienen a ser las dos caras de la misma moneda, si es que no son afloraciones funcionales de la misma patología, y lo fascinante no son ellos, sino los viajeros del autobús. Me recuerda a esa película tan desagradable de ese austríaco tan... demasiado agudo... http://www.imdb.com/title/tt0119167/
Escrito por: Ego.2008/03/23 11:58:53.453000 GMT+1
Yo soy mas simple y televidente (tele+evidente) la historia es la del poli bueno y poli malo (tachese lo que no proceda).
Como decía el canto."Quitate tu pa ponerme yo". Decimononico vamos. Demonicinico tambien.
Escrito por: leo.2008/03/23 12:40:53.483000 GMT+1
Entre la abstención, los inmigrantes con derechos cívicos pero no políticos, la aniquilación total de los últimos credenciales que puedan ya tener los textos jurídicos- la sentencia de los Albertos es el paradigma de la justicia española-, caida de los sueldos, brutales incrementos de beneficios de los monopolios privatizados se nos abre un panorama deprimente.
¿cómo consiguen los cretinos que mandan y tienen el poder perpetuarse en él?
Escrito por: orl.2008/03/23 13:18:21.276000 GMT+1
Sr. Ortiz: Q razón tiene ustedcc!!
Escrito por: Helua.2008/03/23 18:21:11.505000 GMT+1
Evidentemente la cuestión, en mi opinión, no es para nada el PP y no es para nada el PSOE. La cuestión es el porqué son tantos los españoles que les votaron el día 9.
A estas alturas del siglo pienso que sería algo estúpido culpar a los elegidos en vez de a los electores.
Saludos agradecidos,
Escrito por: Garcia.2008/03/23 21:42:35.337000 GMT+1
Escrito por: Esteban.2008/03/23 22:35:27.202000 GMT+1
Escrito por: Pepe Fuertes.2008/03/23 22:46:29.921000 GMT+1
Escrito por: García.2008/03/24 00:09:21.828000 GMT+1
Escrito por: Ocsiero.2008/03/29 20:24:48.475000 GMT+1