Semana de elecciones. En plural. El domingo quedará decidida la composición del Congreso de los Diputados y del Senado, pero antes de eso (de hoy en dos o tres días), la Asamblea del Episcopado español designará a sus nuevos dirigentes, presidente incluido.
De esta última elección casi no se está hablando, pero lo que está en juego también tiene su aquel. Antonio María Rouco Varela, de 70 años, quiere regresar a la Presidencia, desplazando a su actual titular, Ricardo Blázquez, cuatro años menos viejo que su oponente. Rouco se ha lanzado a la pelea a cara de perro, desdeñando la vieja costumbre de facilitar a todo presidente de la Conferencia un segundo mandato, pese al expreso deseo del obispo de Bilbao de seguir en el cargo. Pero lo que se juega, ambiciones personales aparte –que también las hay–, es cuestión de líneas: a Blázquez se le identifica con el sector menos reaccionario de la jerarquía católica, visible sobre todo en los cleros vasco y catalán, en tanto Rouco se alinea de manera más que decidida con los ultras como el cardenal Agustín García-Gasco, que fue quien, en el acto de fuerza que montaron en las calles de Madrid el 30 de diciembre, se marcó una arenga acusando a Zapatero de estar propiciando “la disolución de la democracia”. (Que nadie se llame a engaño, que “disolución” significa también “relajación de vida y costumbres”: por ahí iba el prelado valenciano.)
Rouco, que ha realizado una intensa precampaña, tiene ya asegurados –eso dicen los que saben de esas cosas– más de 50 votos de los 76 posibles, así que, de no mediar intervención del Vaticano, que no mediará, volverá con armas y bagajes al mando del catolicismo patrio.
A partir de ahí, la pregunta del millón de indulgencias: ¿será eso bueno o malo para la causa de quienes quisiéramos ver a los poderes públicos (Educación, Sanidad, ofrendas al Apóstol, gobernantes bajo palio, festividades religiosas, etc.) independizados por completo de la Iglesia Católica de una santísima vez? ¿Seguirá Rouco tirando tanto de la cuerda que acabará por romperla? Ítem más: ¿tendrá el nuevo Gobierno los redaños necesarios para afrontar el desafío?
Javier Ortiz. El dedo en la llaga, diario Público (3 de marzo de 2008).
Comentarios
Escrito por: Juan.2008/03/03 08:38:24.223000 GMT+1
ateus
Escrito por: angeles.2008/03/03 09:01:17.598000 GMT+1
Hoy he leído que el infierno vuelve a existir y que es eterno y físico como "il" Dante lo describe. Así, Ratzinger: Además dice que está lleno, pero no por quiénes. Supongo que por los ricos, discípulos queridos suyos, como los asnares o los sanjosemaías... Tremendo: Hasta con Dios se atreven y lo dominan... Da la sensación de que no son sus vicarios, sino la divinidad su genio de la lámpara... Y con estas, qué es el Zapa al lado de Dios? Una miserable cucaracha.
Escrito por: Antonio Gil.2008/03/03 09:40:18.014000 GMT+1
Lo que escribo a continuación no tiene nada que ver con el tema de hoy (lo siento) pero como opino que es este un buen lugar para insertarlo, me tomo la libertad.
El asunto es éste:
Ayer se celebró en Andalucía un duelo entre titanes: Chavez y Arenas.
Entrevistados antes de que se grabara la pelea (se emitió en diferido) los dos colosos comentaron frente al micro diversos aspectos de lo que iba a ser el match. Pero Arenas, además, tuvo un detalle que a un servidor le ha parecido propio de hombre sincero. Sí, porque después del rollo oficial, dijo al entrevistador que esperaba que el debate fuera "un espectáculo que hiciese pasar un rato agradable a los telespectadores" (casi "sic")
Más honradez imposible.
Escrito por: Francisco Bartolomé.2008/03/03 10:18:42.982000 GMT+1
Escrito por: Ego.2008/03/03 11:25:45.678000 GMT+1
No entiendo el interés por la estructura interna de una organización privada como es la Iglesia Católica. Parece que se le quisiera afirmar que Sus decisiones afectaran a los ciudadanos, y éstas fueran de un modo u otro, según a quien ellos eligieran. Como si el único modo de alcanzar la separación verdadera entre Estado e Iglesia, y conseguir pasar de la Acofesionalidad a la Laicidad del Estado, dependiera de que la Iglesia se retirara pacíficamente según con qué candidato episcopal. Depende exclusivamente del Gobierno de todos, no del de una asociación religiosa, por numerosa e histórica que sea.
Sólo depende de los que elegimos el 9 de marzo. Y más de quienes no caen en el vano bipartidismo.
Escrito por: Nkeer.2008/03/03 16:45:42.794000 GMT+1
Escrito por: Helua.2008/03/03 18:45:50.282000 GMT+1