Ayer, si es que no he leído u oído mal, ninguna mujer fue asesinada por uno de esos individuos que ahora los periodistas solemos llamar “su compañero sentimental”.
¿Podríamos tomar como noticia lo no ocurrido?
Podríamos, pero apuesto a que haríamos mal. Seguro que ayer hubo alguna mujer asesinada por el tipo con el que vivía, al que aguantaba, que de vez en cuando se le subía encima, que de tanto en tanto se reía de ella, que a veces le daba algún cachete (más que nada para dejar claro quién tenía la autoridad en casa) y que le decía sin parar “Tú, cállate, que eres tonta”.
Otra cosa es que no sepamos cómo se llamaba esa mujer, o de qué color era su piel, o en qué país malvivía.
Lo primero que deberíamos hacer los periodistas, si no fuéramos meros agentes del tráfico de noticias, si en vez de corazón no tuviéramos un chip, o un espejo, sería abominar de esos términos que nosotros mismos hemos fabricado. “¡Compañero sentimental!” ¿Sentimental? ¿Compañero?
Lo he discutido mucho en los últimos días con otros periodistas. Cómo decidimos qué es noticia y qué no es noticia. Por qué nos centramos en bobadas inmensas, en perfectas nimiedades, en anécdotas insignificantes, en frivolidades. Cómo no hacemos nada por otear el enorme, el inmensísimo, el inabarcable campo de la realidad que no miramos, del que no hablamos, probablemente porque no nos interesa hablar, no vaya a ser que quede claro que somos cómplices de todo lo que sucede en él.
Algunos incluso se han enfadado conmigo. Y yo con ellos.
Hace mucho, un francés ingenioso habló de “Esos Mozart que asesinamos”, refiriéndose a todas las criaturas que el mundo deja morir por desidia, sin que se sepa las sinfonías que tal vez habrían podido componer, o las genialidades que habrían sido capaces de crear, de haber tenido la oportunidad de expandir sus potencialidades.
A mí me admiran los genios como a cualquier otro, pero no me parece que el asunto sea que nos estemos perdiendo a no sé cuántos Mozart, o Beethoven, o Cortázar, o Vallejo. Me angustia igual que Rita, o Rokia, o Pedro, o Chu, o Li, murieran ayer sin que nadie se enterara, sin que a nadie le importara nada.
Javier Ortiz. El dedo en la llaga, diario Público (5 de abril de 2008).
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Coda 1.– Es imperdonable, pero se me olvidó hacer constar en la columna arriba rerproducida que el título "A mano amada" era una cita y un homenaje al poeta Ángel González.
Y ya que hablo de deslices, os cuento una errata divertida. Cuando escribí ese título, se me liaron los dedos y me quedó algo de lo que inicialmente no me di cuenta y que, de haber salido publicado, habría sido el hazmerír de muchos, y con razón: "A mano mamada". ¡Menos mal que repasé el texto y lo corregí!
Coda 2.– Otra observación que hago de paso: alguna gente cree (parece) que estoy muy cabreado con mi abandono de la tele vasca. Y puedo jurar que no. Y, cuantas más horas pasan del tonto incidente y más reposa en mi conciencia, menos. Creo que mi decisión de largarme fue la mejor para todos. Asumo que me sentía harto, que estaba de un humor de perros (aunque me manifestara en plan pasota) y que así no es correcto estar en ningún lado. Cuando estás harto, te pones borde.
Resultó de ese modo como podía haber salido de otro.
Ha habido varias veces en mi vida profesional (no sólo en la profesional, pero es de la que trato ahora) en las que he cogido el portante y he mandado todo a freír espárragos.
Lo curioso es que nunca ha sido de manera premeditada. Y lo todavía más curioso es que nunca he tenido quie arrepentirme. Audaces fortuna iuvat? ¿La fortuna ayuda a los atrevidos? No lo creo. Hay casualidades, sin más.
Aunque también es cierto que atreverse es un modo estupendo de sentirse vivo.
Comentarios
Querido amigo:
Varias veces has citado al poeta Ángel González y no quiero dejar pasar esta ocasión para expresar mi opinión sobre este individuo. Es cierto o mejor dicho estoy de acuerdo contigo de que Ángel González ha escrito algunos de los versos más bellos de los últimos 50 años, pero... y aquí viene mi reproche a este escritor fue un adicto al régimen del PSOE. Fue uno de esos intelectuales que le puso celofán a las fechorías de Felipe González y sucesores y eso no me gusta. Ahora que está tan de moda reprochar comportamientos éticos a los demás apoyó toda la guerra sucia del GAL y demás terrorismo Psoista. Quizá para algunos esas cosas no tengan importancia pero para mí sí la tiene. Sus opiniones eran puramente asquerosas y ofensivas para los que creemos en los valores de la Democracia. En fin, es una pena, pero seguiré leyendo a otros enormes poetas como Blas de Otero por ejemplo.
Esperando tus noticias recibe un afectuoso abrazo.
Escrito por: Tomas.2008/04/05 08:44:33.883000 GMT+2
Ay Javier, cómo echo de menos tus Apuntes. Aquellos en los que de vez en cuando nos hablabas de tus pensamientos y sensaciones, como en las codas de hoy. Aquellos en los que no tenías limitación de espacio y podías entrar con más profundidad en cada tema. Son los que me han hecho reflexionar cada mañana durante años. ¿No te replantearías volver a escribirlos ahora que tienes más tiempo desde que has dejado la tertulia?
Supongo que no seré el único al que las columnas le dejan a mitad...
Escrito por: Marcial.2008/04/05 08:47:19.163000 GMT+2
....".el inabarcable campo de la realidad que no miramos, del que no hablamos, probablemente porque no nos interesa hablar, no vaya a ser que quede claro que somos cómplices de todo lo que sucede en él."
El sentimiento de "culpa colectiva" tan difundido en mi niñez por la educación cristiana, y tan denostado por la sociedad actual egoísta hasta la náusea.
Escrito por: Abate Marchena.2008/04/05 08:53:53.037000 GMT+2
Y es que, si los ejemplos literarios y cinematográficos no fueran ficciones, sino lecciones de vida, podríamos querer aplicar esas lecciones en la interpretación de cada caso de violencia en la convivencia, aislar el contexto y la historia individual; podríamos correr el riesgo de querer explicar y, por consiguiente, dirán algunos, justificar la violencia.
Escrito por: Maurho.2008/04/05 11:13:47.096000 GMT+2
Mi punto de vista sobre Ángel González coincide con el tuyo. De hecho, ya en los primeros ochenta, cuando empezó a correr en la caballería del felipismo, publiqué un artículo dedicado a él titulado "Pero, hombre, Ángel..." Me temo que nuestras animosidades respectivas debían coincidir, porque cuando nos conocimos dejó claro que sabía quién era yo, pero se mostró gélido.
En todo caso, mi rigor ético (aunque fuera justo, que está por ver) tampoco me nubla las entendederas por completo. Hay gente la mar de discutible en lo personal, pero de calidad artística impresionante. Picasso, sin ir más lejos. O, yendo más lejos, Quevedo, que parece que fue un chivato de la policía... pero, joder, ¡cómo escribía el muy cochino!
Escrito por: javier ortiz.2008/04/05 11:44:48.716000 GMT+2
El problema no es que los periodistas los llamen así. El problema son las mujeres que se creern que esos hombres son de verdad sus ''compañeros sentimentales''.
Un saludo.
Escrito por: Eva.2008/04/05 14:03:47.133000 GMT+2
Escrito por: olascuaga.2008/04/05 14:59:55.436000 GMT+2
Escrito por: Gorka.2008/04/05 16:33:29.489000 GMT+2
fkurgv
Nada más. Un saludo.
Escrito por: Iñigo.2008/04/05 17:27:19.862000 GMT+2
La anecdota de "a mano mamada" me ha recordado otra que me dejo un poco asustado por un rato hasta que me di cuenta de mi error.
Estaba ojeando hace tiempo no recuerdo que periodico y lei algo tal que asi: "El gobierno espanhol quiere capar a los cientificos que trabajen en el extranjero...". De verdad me asuste un poco, o mas bien me acojone, porque me encuentro en ese grupo de cientificos a capar. Me relaje al darme cuenta que ponia captar y no capar como habia leido la primera vez.
A mi me parecio divertido.
Saludos,
Sergio
Escrito por: Sergio.2008/04/05 19:06:32.254000 GMT+2
Un saludo
Escrito por: Marieta.2008/04/05 21:01:54.628000 GMT+2