No tuve trato personal con Mikel Laboa. Me lo presentó hace muchos años en la Parte Vieja donostiarra mi hermano Josemari, que sí mantenía una buena amistad con él, pero fue una conversación breve y de circunstancias.
Sin embargo, su música ha ocupado un lugar importante en mi vida. Fue de su mano, de su guitarra y de su voz, cómo accedí en mi primera juventud al conocimiento de muchas canciones tradicionales vascas, lo que modeló en no poca medida mi gusto musical.
Luego he seguido con interés sus innovaciones poéticas y musicales, algunas francamente audaces, siempre inteligentes.
Mikel Laboa, patriarca de la canción vasca de autor, murió en la madrugada de ayer. Hace tiempo que arrastraba una salud precaria. La última vez que lo vi, a distancia, a raíz del estreno de La pelota vasca de Julio Medem, hace cinco años, lo encontré bastante deteriorado.
Como homenaje a su obra, se me ha ocurrido meter esta canción popular (rural, probablemente de caserío), que grabó en los años sesenta, dentro de su trabajo de recuperador de la música tradicional. La letra, llena de referencias religiosas, es sin embargo de una ternura muy especial, para mí conmovedora. La grabación es bastante tosca y el disco tiene mucho ruido de surco gastado, pero creo que vale la pena.
Pongo primero la letra.
Ollarra kukurruka etxean da ari
Dagoneko amatxo otoitzez Jaunari
bi eskuak ikaran so kurutzeari;
Jaunak beira dezaion egun berriari!
Igandean ederrik, iduri panpiña,
ziñez esan liteke:"Orra Erregiña"
Begia irriz dago, orobat ezpaña:
Oi, zer atso polita, Jainkoak egiña!
Intxaur, piko, gaztanak, zarete aunditu,
zuen landatzaillea da aldiz xahartu;
ainitz neguetako alurra gelditu,
eta ille urdiñak zaizkio txuritu.
Traducción al castellano:
El gallo canta en la casa.
Para entonces ya esta rezando mamá al Señor
con las dos manos temblorosas y mirando a la cruz,
para que el Señor contemple el nuevo día.
El domingo, tan hermosa, parece una muñeca.
Se puede decir de veras: "Ahí va la reina".
Sus ojos sonríen, también sus labios.
¡Oh, qué vieja tan bella por Dios hecha!
Nogales, higueras, castaños: habéis crecido.
En cambio, la que os plantó ha envejecido.
Con las nieves de tantos inviernos,
su pelo anciano se ha vuelto blanco.
La versión de Laboa tiene un par de estrofas más, pero no las he encontrado y no me atrevo a tomarlas de oído.
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JOAN BAPTISTA HUMET
El pasado domingo murió también, tras año y pico de arrastrar un cáncer de estómago, el cantautor valenciano Joan Baptista Humet, de obra permanentemente bilingüe, muy personal y difícilmente clasificable, pero en todo caso meritoria y de gran dignidad. No seguí su trayectoria, pero hay una canción suya, Clara, dedicada a una chavala arruinada por la adicción al caballo, que me ha perseguido desde comienzos de los 80 y que me vuelve una y otra vez a la memoria de manera obsesiva. En mi opinión, una de las mejores canciones de aquellos años.
CLARA
Clara, distinta Clara,
Extraña entre su gente,
Mirada ausente,
Clara, a la deriva,
No tuvo suerte al elegir
La puerta de salida
Clara, abandonada
En brazos de otra soledad
Esperando hacer amigos
Por la nieve
Al abrigo de otra lucidez
Descubriendo mundos
Donde nunca llueve
Escapando una y otra vez,
Achicando penas para navegar,
Estrellas negras vieron por sus venas
Y nadie quiso preguntar
Clara se vio atrapada
Abandonó el trabajo
Se vino abajo
Clara, languidecida
Perdida en un camino
De ansiedades y ambrosías
Clara no dijo nada
Y un día desapareció
Recorriendo aceras
Dicen que la vieron
Ajustando el paso a los demás
Intentando cualquier cosa por dinero
Para hincarse fuego una vez más
Esa madrugada Clara naufragó
Tenía mar de miedo en la mirada
Las ropas empapadas
Y el suelo por almohada
Y lentamente amaneció.
Comentarios
Mila esker
Escrito por: Marieta.2008/12/02 10:57:43.908000 GMT+1
Escrito por: Xabier.2008/12/02 11:24:5.336000 GMT+1
Escrito por: esteve.2008/12/02 12:43:27.299000 GMT+1
Escrito por: Lot.2008/12/10 17:30:4.881000 GMT+1