La calle de en medio.– Contaba en privado un ministro de Aznar, en los tiempos en los que el actual jefe de la FAES ejercía de presidente de Gobierno, lo difícil que resultaba tratar asuntos oficiales con él. Lo explicaba así: “Entras en su despacho, te sientas, le informas… y él se queda mirándote sin mover un músculo. Imposible saber si está a favor o en contra. Cuando acabas, te despides y te vas desazonado, preguntándote si pensará que lo estás haciendo bien o que eres un zote”.
Cuando fue jefe de Gobierno y presidente del PP, Aznar practicó con los suyos un estilo de dirección perfectamente dontancredista, o de jugador de póquer, si se prefiere. Basaba su autoridad en la impenetrabilidad y el silencio hierático. No soltaba prenda, ni siquiera en la intimidad, como reveló sin querer en cierta ocasión Ana Botella, que pidió en una cena de amigos a su marido que contara cómo veía la negociación con ETA… ¡porque ella tampoco lo sabía!
Habiendo tenido en palmitas a un líder así, obedeciéndolo con respeto reverencial, resulta casi de broma que los actuales disidentes del PP reprochen a Mariano Rajoy su supuesta “falta de diálogo”.
Rajoy no habita en ninguna torre de marfil, solemne y engreído, como Aznar. De hecho, es bastante accesible y transparente. Demasiado, visto desde el ángulo de sus intereses. Lo que le sucede es que vive en un estado de perplejidad e indecisión permanente. Es un hombre irresoluto. Y eso, en política, no es que sea malo: es fatal. En su oficio, resulta preferible tomar decisiones y equivocarse que no saber por dónde pilla la calle de en medio.
Libros.– Estoy bastante satisfecho en tanto que director de colección de la editorial Foca, integrada dentro del grupo Akal. Acabamos de poner en el mercado tres libros de franco interés: Las fronteras se cruzan de noche, de Xaquín López, El rompecabezas cubano, de Fernando Ravsberg, y Ensayo sobre el subdesarrollo (Latinoamérica, 200 años después), de Augusto Zamora.
Quienes me leen desde hace años saben que no soy dado a publicitar productos comerciales, de modo que, si digo que estos libros son buenos, es porque lo creo de verdad.
El libro de Xaquín López, veterano reportero de TVE especializado en conflictos africanos, es una acerada denuncia de las nuevas modalidades de esclavitud infantil en la zona del Golfo de Guinea. Estremecedor.
El uruguayo Fernando Ravsberg es corresponsal de la BBC en La Habana. Su libro ofrece un amplio conjunto de breves instantáneas de la sociedad cubana, piezas que cada cual es libre de colocar como le parezca para hacerse un retrato personal de la realidad actual de Cuba. Es cualquier cosa menos una caricatura simplista.
En fin, last but not least, el libro de Augusto Zamora R., profesor de Derecho Internacional en la Universidad Autónoma de Madrid y actual embajador de Nicaragua en España, está destinado a provocar no pocas polémicas políticas, en la medida en que pone en solfa, datos en mano, muchos mitos de la versión bolivariana de la Historia de América Latina, que queda mucho menos épica de lo que los detractores del colonialismo español hemos dado por supuesto durante demasiados años. Zamora se ha especializado en buscar la verdad en los hechos sin importarle lo antipáticos que puedan resultar los resultados de su búsqueda. Una actitud que despierta todas mis simpatías.
Comentarios
Escrito por: Ego.2008/06/04 11:36:16.276000 GMT+2
Escrito por: Antonio Gil.2008/06/04 16:01:35.503000 GMT+2
Escrito por: Ego.2008/06/05 10:17:8.849000 GMT+2