Vi en su momento, a finales de 2006, el filme-documental Heart of Gold, dirigido por Jonathan Demme (cineasta famoso sobre todo por su aclamado El silencio de los corderos). Heart of Gold sintetizaba con mimo y con particular buen gusto un par de conciertos ofrecidos por Neil Young en el Ryman Auditorium de Nashville. Si no recuerdo mal, Young estaba en aquel momento amenazado de muerte inminente por una grave enfermedad, que finalmente logró superar (o sea, aplazar), pero su actuación no tuvo ni un milímetro de sentimentaloide. Fue un concierto, eso sí, volcado hacia su faceta más folk y country, en detrimento de la rockera.
Hermoso. Muy hermoso. Memorable.
Cuando contemplé la película, me quedé particularmente satisfecho, no sólo porque vi en plena forma artística al cantautor canadiense, sino también porque comprobé que está bastante viejo y tirando a gordo, como Van Morrison y algún otro que yo me sé. Además, la ayuda vocal fundamental que se buscó para la ocasión fue la de Emmylou Harris, que para qué os voy a contar: cada vez que me la topo, saco un pañuelo para limpiarme la baba. Para remate, el acontecimiento tuvo lugar en el Ryman Auditorium, cuya excelente acústica tuve ocasión de comprobar durante una visita que hice a Nashville, hace casi 15 años.
Pero, cómo son las cosas. Ayer me dio por ahí y, aprovechando que estoy de Rodríguez, volví a verme la película, alternándola con la lectura de una excelente novela negra (que os recomiendo: Muerte en La Fenice, de Donna Leon, Seix Barral, 2007). Y me di cuenta de hasta qué punto es cierto algo sobre lo que muchas veces he reflexionado: no hay dos miradas iguales, ni siquiera cuando las dos son nuestras. Según nuestro estado de ánimo y según nuestras inquietudes del momento, la misma pieza musical, la misma película, el mismo poema, el mismo cuadro o el mismo libro pueden provocarnos unas emociones u otras, no sólo distantes, sino incluso, a veces, contradictorias.
Llegó el momento del concierto en el que Neil Young, con esa sobriedad distante tan suya (con esa timidez y esa soberbia reprimida tan suyas), recordó cómo de niño se quedó fascinado con una canción: Four Strong Winds (que con toda seguridad él oía en la versión a la que os conduce el enlace anterior, que es la de sus creadores, Ian & Sylvia Tyson). Contó cómo durante semanas y semanas se dejó casi todo el dinero de sus pagas –no dijo que se las daba su madre, divorciada y en no muy buena situación económica– para ir a una máquina de discos de un bar y poner una y otra vez ese Four Strong Winds.
Ya se lo había oído contar la primera vez que vi la película, pero entonces sólo me sacó una sonrisa. En cambio, ayer la historia me llegó a lo más hondo. Recordé la primera vez que oí esa delicada pieza interpretada por él, acompañado por la voz de una bella y jovencísima Nicolette Larson (otra naturaleza muerta, ¿cuántas van ya?).
También me acordé del amigo que me regaló el disco (“Comes a Time”, 1978).
Pero, sobre todo, me vine yo mismo a la memoria, allá por 1972, gastando, como él, incansable, semana tras semana, en una estación de tren francesa, los pocos francos que tenía, para oír una balada que me conmovía de los pies a la cabeza. Se llamaba When Time Is Stolen y lo único que demuestra su audición actual es que ya con 24 años éste que os escribe ahora a diario era un melancólico irreprimible. (Ya sabéis la etimología griega: melancolía, «bilis negra».)
Estoy cada vez más convencido: toda obra de arte es ella y nuestra circunstancia. ¿Pueden escuchar igual La Fanette, de Jacques Brel, alguien que haya vivido un amor traicionado por dos personas en las que confiaba y alguien que no? ¿Y alguien que haya vivido algo así ayer o hace veinte años?
Bueno, después de este rollo, lo menos que puedo hacer es dejaros oír la versión que hizo Neil Young de Four Strong Winds.
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A MODO DE AYUDA
Letra de "Four Strong Winds"
(Aviso de que está escrita con una ortografía un tanto cheli, por así decirlo. Pero es como figura en la página oficial.)
Think Ill go out to Alberta
Weathers good there in the fall
I got some friends that I could go to working for.
Still I wish youd change your mind
If I ask you one more time
But weve been through this a hundred times or more.
Four strong winds that blow lonely
Seven seas that run high
All those things that dont change come what may.
If the good times are all gone
Then Im bound for movin on
All look for you if Im ever back this way.
If I get there before the snow flies
And if things are lookin good
You could meet me if I send you down the fare.
But, by then it would be winter
Not too much for you to do
And those winds sure can blow cold way out there.
Four strong winds that blow lonely
Seven seas that run high
All those things that dont change come what may.
If the good times are all gone
Then Im bound for movin on
Ill look for you if Im ever back this way.
(Se repiten un par de estrofas y el estribillo)
Letra de "When Time Is Stolen"
The music stopped in my hand
Sadly smiled the band
Softly echoes your laughter riddled with tears
When time is stolen it flies
Lovers leave in disquise
Weariness hangs like a curtain
Heavy and old
Heavy and cold
It said to never look back
To shadows you left on the track
Gather your roses and run
The long way around
And if time should ever be right
My love
I'll come to you in the night
My love
But now there only is sorrow
Parting is near
Parting is here
Letra de "La Fanette" (Jacques Brel, 1963)
Nous étions deux amis et Fanette m'aimait
La plage était déserte et dormait sous juillet
Si elles s'en souviennent les vagues vous diront
Combien pour la Fanette j'ai chanté de chansons
Faut dire
Faut dire qu'elle était belle
Comme une perle d'eau
Faut dire qu'elle était belle
Et je ne suis pas beau
Faut dire
Faut dire qu'elle était brune
Tant la dune était blonde
Et tenant l'autre et l'une
Moi je tenais le monde
Faut dire
Faut dire que j'étais fou
De croire à tout cela
Je le croyais à nous
Je la croyais à moi
Faut dire
Qu'on ne nous apprend pas
A se méfier de tout
Nous étions deux amis et Fanette m'aimait
La plage était déserte et mentait sous juillet
Si elles s'en souviennent les vagues vous diront
Comment pour la Fanette s'arrêta la chanson
Faut dire
Faut dire qu'en sortant
D'une vague mourante
Je les vis s'en allant
Comme amant et amante
Faut dire
Faut dire qu'ils ont ri
Quand ils m'ont vu pleurer
Faut dire qu'ils ont chanté
Quand je les ai maudits
Faut dire
Que c'est bien ce jour-là
Qu'ils ont nagé si loin
Qu'ils ont nagé si bien
Qu'on ne les revit pas
Faut dire
Qu'on ne nous apprend pas...
Mais parlons d'autre chose
Nous étions deux amis et Fanette l'aimait
La plage est déserte et pleure sous juillet
Et le soir quelquefois
Quand les vagues s'arrêtent
J'entends comme une voix
J'entends... C'est la Fanette!
Comentarios
Escrito por: ganorabako.2008/01/22 08:33:28.819000 GMT+1
No soy quien para decirle como llevar su columna, Sr. Ortiz, pero me sorprende que no haya tratado la cuestion del crack de la bolsa. Internet hierve ahora mismo de comentarios. Muchos anuncian el final de un sistema financiero, basado en la especulacion y en la destruccion de las conquistas sociales de los obreros, que venía imponiendose desde hace ya veinte años en el Occidente ensoberbecido por la caída del comunismo.
Tal vez estemos ante otra caída, tan brusca como la del Muro de Berlin. El tiempo lo dira.
Escrito por: Asturchale.2008/01/22 09:12:7.888000 GMT+1
Escrito por: Ego.2008/01/22 10:56:5.632000 GMT+1
Escrito por: Capitan Tan.2008/01/22 11:20:1.307000 GMT+1
Yo también recuerdo haber escuchados muchas veces Four Strong Winds, allá por los años setenta, en California, donde vivía entonces.
En fin, qué más puedo decir.
Gracias, Javier.
Escrito por: Jontxe.2008/01/22 14:27:36.314000 GMT+1
Estimado Javier, me has recordado la memorable noche en la que con otros dos amigos nos metimos en una sala de cine semivacia y disfrutamos de tan maravillosa pelicula-documento. Cuando los grandes se presentan de forma sencilla, sin artificios, entonces es cuando queda claro porque son grandes.
Solo te pongo un pero, si es que tengo derecho a ponerte alguno; personalmente me parece que LA MUERTE EN LA FENICE es un libro flojito flojito, que no llega ni de lejos a maestros como Leonard o Hammet. Lo digo porque cuando te lo he leido me ha dado tal bajon, como si en medio del concierto el gran Neil Young hubiera invitado a participar a alguna Britney Spears de pacotilla.
Por lo demas, desde aqui mi mas sincero agradecimiento por tu independencia y por tus opiniones libres; no siempre opinamos igual, pero me encanta saber que todavia hay gente con la que no compartir opiniones pero si ideologia.
Abrazos
Escrito por: pedro.2008/01/22 15:44:59.672000 GMT+1
Escrito por: Joaquín.2008/01/22 16:08:48.512000 GMT+1
Eso me pasa por haber dejado los "Apuntes al Natural" para otro día. Me lo tengo merecido! Abrazo.
Álvaro
Escrito por: Alvaro.2008/01/25 11:42:9.344000 GMT+1
http://debuxos.blogspot.com/
Hola:
He leído tu apunte del otro día sobre Neil Young; un señor que, sin él saberlo, me acompaña desde hace más de 30 años. Enganché la película que nombras en cuanto salió.
Me ha emocionado un comentario tuyo acerca de una audición en un bar (será que los humanos, algunos al menos, nos parecemos bastante).
En el verano de 1972, me fundía la escasa paga de mis 15 años en una “sinfonola” (¿se llamaban así?) para escuchar una y otra vez “Vincent”, de Don McLean; sólo alternada en alguna ocasión con “Albatross”, del Fleetwood Mac de Peter Green.
Era en Jaca, en un bar junto al casino Unión Jaquesa. Se llama La Granja. Aún existe. Y aún me viene a menudo aquella imagen, pegado a la máquina, con la piel emocionada, sin consumir nada más que el aire del local.
Melancólicos incurables, como dices.
Pero ¡cuánta belleza!
Escrito por: .2008/01/26 13:41:34.597000 GMT+1