Algunos medios de comunicación se muestran permanentemente dispuestos a superarse a sí mismos en sus demostraciones de desidia deontológica y falta de rigor periodístico.
Me quejaba hace pocos días de los medios sedicentemente informativos que se apresuran a condenar en firme y sin apelación posible a todos cuantos son acusados por la Policía de algún crimen, sin esperar a que las acusaciones policiales se sustancien en un procesamiento, en un sumario, en un juicio y en una condena firme. Para ellos, la presunción de inocencia no es más que una argucia leguleya y aburrida que sólo interesa a los etarras y a sus cómplices.
Doy cuenta hoy del enunciado de un titular de cabecera manejado en los informativos de Antena 3 el pasado 3 de abril, tal como me lo ha hecho llegar un lector. Fue el siguiente: «Seis de los siete miembros del “comando Donosti” detenidos ingresan en prisión». A los responsables de Antena 3 les dio igual que el juez, a la vista de la nula falta de relación con ETA de uno de los detenidos, decidiera ponerlo en libertad sin cargos. Ellos lo habían presentado previamente como miembro del “comando Donosti” –a él lo mismo que los otros seis detenidos– y no se iban a desdecir tan sólo porque se hubiera producido una enojosa decisión judicial exculpatoria. De modo que lo siguieron caracterizando como miembro del “comando Donosti”, con toda tranquilidad y sin cortarse lo más mínimo.
¿Por qué no iban a hacerlo, si sale gratis y sólo molesta a un puñado de gente ya de por sí bastante sospechosa?
El detenido y puesto en libertad tras la redada contra el llamado “comando Donosti” podría querellarse contra los directivos de Antena 3 por haber enlodado su buen nombre haciéndolo víctima de prácticas profesionales frívolas e irresponsables. Pero le costaría un dineral, que seguramente no tiene. Y nadie le asegura que su denuncia no pasaría a dormir durante años el sueño de los injustos. Así que lo más probable es que renuncie a pleitear.
Con lo cual, Antena 3 seguirá haciendo de las suyas, siempre esforzándose en ser el mejor a la hora de hacer lo peor.