Ayer murió Ángel González, el último de los referentes poéticos del siglo XX que me quedaba (seguro que por pura ignorancia mía). Estuvo César Vallejo, estuvo Blas de Otero y estaba Ángel González.
No tuve ninguna relación personal con él. Directa, quiero decir. Una mañana de hace algunos años, en la Feria del Libro de Madrid, me acerqué a que me firmara mi enésimo ejemplar de “Palabra sobre palabra” (es un libro que siempre he prestado y nunca me han devuelto). Le dije quién era y le cité nuestras amistades comunes, pero para mí que ni me escuchó. Me puso una dedicatoria ritual y eso fue todo. Así suelen ser esas cosas.
Poesías aparte, sabía que una noche de autos, allá por 1977, trató de ligar con una novia mía, sacando partido de su reconocido pico de oro, de que era un juerguista divertido –eso me contó ella– y de que cantaba mejor que yo algunas rancheras.
Siempre admiré su brillantez en la construcción de endecasílabos y su perfección en la ironía y el sarcasmo.
Como tributo de admiración a su obra poética, voy a copiaros uno de los poemas que más al alma me llegaron en mi primera juventud. Hasta me acuerdo de dónde y cómo lo leí por primera vez.
Se llamaba (se llama) “Alocución a las veintitrés”, que era por entonces (hablo de mediados los sesenta) la hora a la que solían acabar las cenas de quienes cenaban. Y decía:
Ciudadanos perfectos a estas horas,
honorables cabezas de familia
que lleváis a los labios vuestra servilleta
antes de pronunciar las palabras rituales
en acción de gracias por la abundante cena:
vuestra responsabilidad de sólidos pilares
de la civilización y de Occidente,
del consumo de bicarbonato sódico
y del paternalismo hacia la servidumbre,
exige de vuestra parte
cierta ignorancia de hechos también ciertos,
un esfuerzo final en bien de todos,
la tozuda incomprensión de algunas realidades,
la fe más meritoria, en resumen,
que consiste en no creer en lo evidente.
Yo podría jurar que la tierra está fija
–ya lo juré otras veces–
y que el sol gira en torno a ella;
yo podría negar que la sangre circula
–lo seguiré negando, si hace falta–
por las venas del hombre; yo podría
quemar vivo a quien diga lo contrario
–lo estoy quemando ahora–.
No es que sean importantes los asuntos
objeto de polémica:
lo importante es la rígida
firmeza en el error.
Pues las mentiras viejas se convierten
en materia de fe, y de esa forma
quien ose discutirnos
debe afrontar la acusación de impío.
Con esto, y una buena cosecha de limones,
y la ayuda impagable de nuestros coaligados,
podemos esperar algunos lustros
de paz como esta de hoy,
en una noche semejante a esta de hoy,
tras una cena lo mismo que ésta de hoy.
Tal como siempre, pues, pedid conmigo:
Más fe, mucha más fe.
Que en cierto modo,
creer con fuerza tal lo que no vimos
nos invita a negar lo que miramos.
_________
Post data (al margen por completo de lo anterior).– Varios lectores me escriben diciendo que la columna que saqué ayer en Público ya la habían leído antes.
Tendré que decir yo que su comentario ya lo había leído antes. Lo había leído y lo había respondido. Lo haré otra vez. (Empiezo a sentirme tentado de guardar esto que estoy redactando ahora como un recurso de cortar y pegar, para reproducirlo cada tanto.)
Diré, en primer lugar, que no es cierto que ya hubieran leído esa columna: habrán podido leer un texto similar, pero no el mismo.
En segundo lugar: lo que les suena haber leído no es una columna de Público, sino un Apunte del Natural.
He explicado ya varias veces que con frecuencia he utilizado y sigo utilizando los Apuntes como una especie de “banco de pruebas”, del que luego rescato algunos textos para convertirlos en columnas.
En tiempos actué así para elaborar mis escritos para El Mundo. Ahora hago lo mismo para Público.
Los Apuntes son textos como de andar por casa, que me leen al día tan sólo unas 2.500 personas, de promedio. Utilizo los comentarios que me vienen de esa franja de lectores y lectoras para pulir las ideas, suprimir digresiones innecesarias, añadir argumentos que no estaban… y elaborar artículos destinados al “gran público”.
Tal vez no sea ocioso recordar que no cobro por los Apuntes del Natural, sino por las columnas que me publican en la prensa de papel. De ellas vivo. Espero que mis lectores acepten, en su indulgencia, que trate de rentabilizar al menos una pequeña parte de la labor de diletante que desarrollo en la Red.
Comentarios
Por otro lado, mi preferido es Blas de Otero. Ma parece más directo y más literato, de consuno.
Sin embargo, esencia frecuente en el escritor -literato o literario- es la inconsecuencia, con más ahínco que en el humano (o humana!) común. Felizmente!: Porque somos inconsecuentes, somos normales. La consecuencia radical conduce a la locura y desde ella al crimen. Los estados y los estadistas, para serlo, deben ser y son consecuentes. Etc.
Escrito por: Antonio Gil.2008/01/13 13:41:5.675000 GMT+1
Javier, gracias por el Apunte de hoy. Cuando he comprado Público esta mañana esperaba encontrarme un "Dedo en la Llaga" sobre Ángel González. Con consternación he leido uno sobre no se qué presidente de no se qué país. Luego me he dicho: Bueno, al fin y al cabo, Javier no es de los que aprovecha estos obituarios para hacer elogio oportunista del muerto. Y en parte nos gusta por eso...
En cualquier caso, me temo, harán falta cuerpos y más cuerpos fundiendose incesantes en otro cuerpo nuevo para tener otra sensibilidad como la suya. Esperemos que no tantos.
Escrito por: Javier B..2008/01/13 20:38:18.820000 GMT+1
Escrito por: Belén.2008/01/14 09:42:32.269000 GMT+1
Hola, es muy bonito todo lo que has escrito y también el poema que seleccionaste.
Te invitamos a que te unas si te apetece al pequeño homenaje que también le estamos rindiendo en nuestra página a este gran poeta: compartiendo en los comentarios algún poema suyo, unas palabras, lo que quieras.
<a href="Eterno">http://www.espacioblog.com/labana/post/2008/01/14/aengel-gonzaelez-">Eterno Ángel González</a>
Muchas gracias y saludos.
<a href="Mara">http://www.espacioblog.com/labana/">Mara Torres Página no oficial</a>
Escrito por: Mara Torres Página no oficial.2008/01/16 17:15:28.328000 GMT+1
http://www.espacioblog.com/labana