FICHA TÉCNICO-ARTÍSTICA
Título Original: Monster's ball
EUA. 2001. 111 min.
Dirección: Marc Foster
Guión: Milo Addica, Will Rokos
Producción: Lee Daniels
Fotografía: Roberto Schaefer
Montaje: Matt Chesse
Música: Asche and Spencer
Intérpretes: Billy Bob Thornton, Halle Berry, Peter Boyle, Heath Ledger, Sean Combs, Mos Def, Gabrielle Witcher, Will Rokos, Milo Addica
La pena de muerte y el racismo están estrechamente ligados. No faltan, de vez en cuando, los films que nos recuerdan que estas arraigadas costumbres siguen demasiado vivas en la profundidad, incluso en ciertas periferias, de los EUA, en una cultura que todavía conserva una justicia arcaica cuyo referente parece ser el ojo por ojo, diente por diente. Marc Foster se arma de valor y paciencia, y con un escaso presupuesto y unos recursos más que justos nos presenta una película emocionalmente honesta, compleja y completa en la que además de tratar estos temas en su conjunto construye un bello relato de amor y comprensión de dos personas distintas y distantes que buscan romper al aislamiento emocional en que casual y simultáneamente se encuentran.
Halle Berry y Billy Bob Thornton
Monster’s ball es un doloroso y sentido drama en el que se baja hasta lo más profundo del ser humano, al intenso vacío que provoca la soledad, la impotencia y la rabia. La desgracia acompaña a los dos protagonistas en un comienzo de gran densidad dramática en el que se muestra la peor cara de la violencia, las verdaderas consecuencias de un sistema y una doble moral que agota a las personas. En ese sentido Monster’s ball se parece a American Beauty por su capacidad para desenmascarar el gran estilo de vida americano metiéndose de lleno en él, en su casa, y filmando su oscura, jodida, triste y patética realidad. A través de un excelente guión la muerte es aprovechada para dar un nuevo sentido a la vida y al amor, en una enérgica lucha contra la discriminación y un alegato a favor de las segundas oportunidades. Dura, excesivamente triste y desgarradora, estamos ante un desesperado canto contra el racismo, un fuerte grito contra la pena de muerte. Halle Berry muestra su cara más amarga en un papel dificilísimo y Billy Bob Thornton pone la dureza del policía, también lo hace un Peter Boyle que engrandece cada una de sus escenas, y la tibieza del ser humano. Ambos echan uno de los polvos más exóticos, salvajes y preciosos del cine de los últimos tiempos. Y llevan el peso de un film descomunalmente desolador y bello que basa su esperanza en un delicioso, sabroso y dulce helado de chocolate.
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