Películas de Estreno

MENTIRAS
Provocación sadomasoquista

FICHA TÉCNICA
Título Original: Gojitmal
Corea del Sur. 1999. 111 min.
Director: Jang Sun Woo
Guión: Jang Sun Woo
Intérpretes: Lee Sang Hyun, Kim Tae Yeon, Jeon Hye Jin, Choi Hyun Joo, Han Kwon Taek.



                  Mentiras es una producción surcoreana rodeada de gran polémica por ser una adaptación de la novela Tell me a lie, de Jang Jung, que fue prohibida en Corea del Sur por pornográfica. El escándalo continuó cuando fue proyectada en la edición de 1999 del Festival de Venecia. Que esta película se haya estrenado, aunque con retraso, en las salas españolas es una consecuencia directa del revuelo que ha causado desde entonces.
                  El argumento de Mentiras es bastante simple. Se trata del encuentro entre un maduro escultor y una joven estudiante virgen. A través de una amiga, ferviente admiradora del artista pero que no se atreve a hablar con él, ella entabla con él una conversación caliente en la que, al final, quedan para follar. Así comienzan una relación en la que el sexo no tiene limitaciones y que, poco a poco, va evolucionando hacia el sadomasoquismo, en el que se inician con juegos de dolor poco intenso pero que se va acrecentando en cada cita. No hay fin en este continuo juego sexual que les aleja de la realidad. Se convierten en dos personas que se olvidan de sus respectivas vidas –él está casado y ella es estudiante– para disfrutar intensamente de sus encuentros en diferentes hoteles, jugar hasta la extenuación, gozar con el dolor propio o con el ajeno. El punto de partida y el tema de Mentiras es bastante interesante, hay muchos elementos destacables de esta historia y puede romper tabúes en algún que otro sentido. Sin embargo el desarrollo de la película es agobiante, excesivamente repetitivo, sucediéndose sin más unos encuentros a otros, mostrando un dolor y goce cada vez mayor pero sin adentrar en la especial relación, cargada de una atmósfera fascinante, entre una principiante y un maduro insatisfecho por la negativa de su mujer a practicar ese tipo de sexo. El filme, pues, se hace aburrido cuando ya no hay más que contar y despista enormemente con las historias paralelas en torno a esta relación que carecen de sentido y justificación. Puede ser loable el esfuerzo y el riesgo de todos los involucrados en esta película pero da la impresión que está hecha con una única intención: la provocación. Un propósito siempre bienvenido en este mundo de sumisión pero que sucumbe al descuidar tanto las formas como el contenido. Y así no es posible llegar a buen puerto.


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