FICHA TÉCNICO-ARTÍSTICA
Título Original: Hable con ella
España. 2002. 112 min.
Dirección y Guión: Pedro Almodóvar
Producción: Agustín Almodóvar
Fotografía: Javier Aguirresarobe
Música: Alberto Iglesias
Intérpretes: Javier Cámara, Leonor Watling, Darío Grandetti, Rosario Flores, Gerarldine Chaplin, Mariola Fuentes, Elena Anaya
Muy esperado era el estreno de la decimocuarta película de Pedro Almodóvar, lo que supone su regreso al cine después de la multipremiada y oscarizada Todo sobre mi madre. Hable con ella nos la pretenden vender como una película muy personal, calificándola de rara y extraña, de difícil consumo y amarga de digerir. Todas estas autocalificaciones, una vez visto el film, parecen que son sólo meras excusas para no reconocer que estamos ante un film flojo, que raya la estupidez en ocasiones, que deja bien claro la poca sustancia con la que cuenta y que, efectivamente, no es sólo amargo sino incluso peligroso para la digestión. No se le puede pedir a los directores de cine, ni siquiera a aquellos que suponemos más aventajados, que nos deleiten siempre con una obra sublime o, al menos, interesante. Pero no deja de sorprender que el director manchego caiga profundamente en la inanidad, que firme una obra tan insulsa, casi horrible, como ésta.
Javier Cámara y Leonor Watling en una escena de Hable con ella
Hable con ella narra la historia de dos hombres que encuentran en un par de mujeres el antídoto para la soledad que sufren. Se trata de dos historias paralelas en las que Almodóvar juega sin gracia alguna a desenmascarar y adentrarse en esos temas tan universales (la soledad y la in/comunicación) en un marco poco creíble y nada original. Así, lo que en realidad se le escapa, lo que hace aguas por todas partes, es un guión que carece de solidez, una historia inventada sin esfuerzo cuando no hay ideas nuevas e interesantes para un proyecto, cuando su eje central se agota en pocos minutos. Almodóvar sí demuestra que es un buen director de actrices y actores y así se lo agradecen un portentoso Javier Cámara, capaz de actuar con comodidad en cualquier registro y una preciosa y genial Leonor Watling, presente en casi todo el film. La otra cara la aportan Darío Grandetti y esa invención que hace de Rosario Flores, esperpéntica y sin gracia en un papel que no da para mucho pero en el que ella llega a menos. La película sí cuenta con un equipo de lujo, sería ya un auténtico desastre que no hubiera sido así con tal presupuesto, de manera que la ambientación, la fotografía, cada una de esas líricas, elípticas y prescindibles escenas, están muy bien cuidadas y realizadas, perfeccionadas hasta el mínimo detalle.
Poco más que destacar de Hable con ella. Quizás lo único que merezca la pena en ella es el corto que incluye y un par de divertidas y memorables escenas de Loles León y Chus Lampreave que recuerdan al cínico y satírico Almodóvar de otras épocas. Lo peor es que es capaz de dejarte indiferente, de acabar sin que te pase nada, ni un mísero cosquilleo. La madurez de Almodóvar parece que le ha costado cara. Si le salió bien en su anterior película ahora ha perdido tanto la chispa cómica como la dramática que tenían algunos de sus anteriores films, excelentes ejemplos de gran cine contemporáneo.
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