Películas estrenadas en el primer semestre de 2001
ENEMIGO A LAS PUERTAS
Digno pero irregular cine bélico
FICHA TÉCNICA
Título Original: Enemy at the gates
EUA-Gran Bretaña-Irlanda-Alemania. 2000. 131 min.
Director: Jean-Jacques Annaud
Guión: Jean-Jacques Annaud, Alain Godard
Intérpretes: Jude Law, Joseph Fiennes, Ed Harris, Rachel Weisz, Gabriel Thomson, Bob Hoskins, Ron Perlman
Jean-Jacques Annaud es un director ambicioso que sabe ingeniárselas para crear grandes producciones con mayor o menor éxito (El nombre de la rosa, El oso, Siete años en el Tíbet). Para rodar su última película ha conseguido el mayor presupuesto en la historia del cine europeo y lo aprovecha bien. Enemigo a las puertas nos sitúa en la importante Batalla de Stalingrado en plena Segunda Guerra Mundial, rusos contra alemanes, durante la expansión del imperio nazi. La película comienza con unos intensos, trepidantes, espeluznantes, realistas y excelentes minutos de guerra pura, de lucha impersonal, que recuerda a esa media hora maestra de Salvar al Soldado Ryan, donde no importa la nacionalidad de los ejércitos, cuáles son sus pretensiones, sus idearios, donde las bombas y las balas no distinguen entre personas y la vida no tiene ningún valor. Pero este encarnizada batalla queda minimizada por la historia del enfrentamiento personal de dos francotiradores –basada parcialmente en un hecho real– donde el ruso es un héroe nacional que uno de los jefes de propaganda usa para dar optimismo a sus tropas y el alemán es llamado explícitamente para acabar con el hombre que da alas al ejército rojo.
La guerra, pues, es el hilo argumental que Annaud pone como pretexto para contar el combate entre los dos especialistas. Así, la película pierde ritmo, emoción y va cayendo en interés. Como en todo buen filme bélico la traición, el engaño, el honor, el patriotismo y la propaganda militar están bien contados, e incluso la inevitable historia de amor y los continuos paseos de un bando a otro que realiza tranquilamente un entrañable y tierno niño. Pero las continuas idas y venidas de la Batalla de Stalingrado al choque personal entre los francotiradores queda irregular, agota al espectador. Nada pueden hacer en este caso los 14.500 millones del presupuesto, ni los estupendos y sólidos actores, desde el joven Jude Law al veterano Ed Harris, ni la maravillosa puesta en escena con tantos extras y tanta credibilidad en las duras imágenes que nos ofrece. Podía haber sido mejor y queda en una digna, buena y entretenida película que gustará a los amantes del cine bélico e interesará al resto.
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