FICHA TÉCNICO-ARTÍSTICA
Título Original: Amelie
Francia. 2001. 120 min.
Dirección: Jean-Pierre Jeunet
Guión: Jean-Pierre Jeunet, Guillaume Laurent
Producción: Jean-Marc Deschamps
Fotografía: Bruno Delbonnel
Música: Yann Tiersen
Intérpretes: Audrey Tautou, Mathieu Kassovitz, Yolande Moreau, Artus de Penguern Urbain Cancelier, Maurice Bénichou, Dominique Pinon, Claude Perron
Fantasía es lo que nos propone Jean-Pierre Jeunet, autor de Delicatessen, con su última película. Amelie es la historia de una chica peculiar que cuenta con un mundo propio, ajeno al de los demás, que, sin quererlo, envuelve e influye en la gente que la rodea. Desde pequeña su vida ha estado marcada por unas extrañas costumbres y una imaginación sin límites dentro de un universo misterioso, íntimo, mágico y acogedor. Ahora trabaja de camarera en un bar del barrio parisino de Monmartre, regentado por una antigua artista circense, donde comparte sus tardes con un elenco de personajes insatisfechos, con vidas apagadas y malgastadas, que buscan desesperadamente una placentera solución a su existencia. Así Amelie encuentra, por fin, su meta: hacer la vida más agradable a las personas de su entorno, ingeniándoselas de mil y una maneras, cada cual más enrevesada, divertida y original que la anterior, para llenar de fortuna y dicha esos corazones solitarios.
Es Amelie un film lleno de magia y belleza, de felicidad y esperanza, cargado de buenas vibraciones y un optimismo inusual y exagerado nada empalogoso y muy de agradecer. Es un hermoso relato repleto de historias cotidianas y anécdotas deliciosas que se entrelazan magistralmente y sirven de segundo escenario al eje de la película: una historia de amor semejante a cualquier cuento de hadas y princesas que recordemos de la infancia, una búsqueda incesante del príncipe azul en la que Amelie utilizará todo su ingenio, también su ingenuidad, sin descuidar su propósito de ayuda a los demás. La construcción que ha hecho Jeunet roza la maravilla gracias a la exquisita música, el radiante colorido, la infinita sucesión de momentos inolvidables -las vivencias del gnomo de su padre es de antología cinematográfica-, la increíble interpretación de Audrey Tautou, la esencial voz en off y un surrealismo embaucador. Hay algo especial, singular y grandioso en esta historia pues es capaz de cargarte las pilas, de inyectarte una sobredosis de ganas de vivir y provocarte un largo viaje a un paraíso artificial en el que unas cómodas y placenteras nubes te transportan hacia el mundo del inmenso placer. Tiene Amelie una máxima tan sólida y autocomplaciente que podrá no gustar a quienes busquen un resquicio de realidad o crítica en ella, pero sí muchos coinciden en que, en el fondo, o al menos en este caso, la vida es bella.
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